IVÁN TORRES LA TORRE
El país está atravesando un drama nacional, generado por la debacle moral desde las más altas esferas de gobierno. El país se mueve entre corrupción, narcotráfico y la política corrupta de algunos sectores liberales e izquierdistas; y estos mismos grupos de poder defienden a sus propios involucrados en actos de corrupción, generándose cárcel para unos, fuga por otros o como mínimo impunidad, en complicidad hasta con cierto sector de la prensa.
Ante ese escenario, la pregunta es: quien pone orden en el país?; la pregunta estaría sobrando si tuviéramos un gobierno con personajes capaces de controlar una crisis y de liderar un verdadero estado de orden de las cosas. Sin embargo, lo más patético es que los personajes que están en el gobierno ya tomaron partido por uno de los sectores de poder que les resulta más conveniente.
El gobierno ha demostrado una debilidad manifiesta, por ejemplo frente a la fuga del expresidente Alejandro Toledo Manrique, no mostrando ningún ímpetu, tratándose de un expresidente que está involucrado en un acto de corrupción de veinte millones de Dólares con la empresa Odebrecht. Pese a ello no vemos a ningún fiscal “afanoso”, a ningún juez inquisitivo, a ningún sector de la prensa que nos llene de titulares a diario, exigiendo la extradición de este expresidente de la República, comprometido de manera tan clara en uno de los escándalos más graves de corrupción en el Perú.
Quién pone orden? Es lo que se preguntan todos los peruanos de a pie; el padre de familia y el ama de casa que trabaja con el hartazgo de leer los titulares que han generado a estos dos bandos de poder político y que quizá al final, ambos sean tan nocivos que merecerían, por igual, el repudio de toda la nación.
Quien pone orden en medio del caos provocado por enfrentamientos de izquierdas y derechas que tienen polarizado al país, sin la más mínima posibilidad que alguien nos defienda?, sin un líder nacional y sin ninguna fuerza politica que encumbren a verdaderos personajes con un espíritu patriótico, que dejen sin cámaras a los ayayeros, opinólogos, figuretis y otros “señoritos” que se cuelgan de la coyuntura para ver si les “liga” algún negocio político. Hasta la próxima semana.