El ciudadano vigilante
Quien calla: otorga”, reza un viejo adagio jurídico; y, Paola Ugaz, en su condición de ex funcionaria pública, ha tenido tiempo más que suficiente para aclarar el origen de su patrimonio y el de su sociedad conyugal, así como el origen de los recursos con los que sirven la cuantiosa deuda que mantienen con las Empresas del Sistema Financiero Nacional (ESFNs) ascendente a S/. 1,311,722.88 (Un Millón Trecientos Once Mil Setecientos Veintidós y 88/100 Soles), o como sufraga un presupuesto familiar estimado en una suma a los US$197,500 anuales (antes del Impuesto a la Renta).
Paola Ugaz y su sociedad conyugal tampoco han desmentido ser propietarios de un terreno en Mala, valorizado en una cercana a los US$400,000, tal como Pedro Salinas ha declarado; o, que los créditos otorgados por Scotibank por US$200,000 y por Interbank por una suma que de manera estimada ascendería a US$220,000 fueron destinados a pagar el precio del terreno; mucho menos ha aclarado porque este último banco habría reportado a la SBS haber realizado el desembolso sin garantía alguna, toda vez que una hipoteca no inscrita carece de eficacia legal.
Paola Ugaz declara en su página del portal de Linkedin que en los últimos 10 años habría laborado para Lamula.pe como editora general (feb. 2011 – feb. 2012), para la MML como jefa de “social media” (ene. 2013 y ya no nov./dic. 2012 como originalmente señalaba – ene. 2014), Bergman was right Films como investigadora (jun. 2012 – abr. 2015), Conferencia de las Partes #COP20 en Lima como jefa de “social media” (abr. 2014 – abr. 2015) y como corresponsal del diario “ABC” de España desde mar. 2012 hasta la fecha; y, es claro, que los oficios que ella haya ejercido durante esos años como investigadora de prensa, reportera, asesora de imagen en el sector público y/o privado, especialista en “social media” (manejo de redes sociales) no le habrían generado ni los ingresos ni los ahorros necesarios para detentar el patrimonio que ella y su sociedad conyugal poseen, respaldar la deuda que mantienen con el Sistema Financiero Nacional (SFN), o sufragar el presupuesto anual familiar estimado arriba antes indicado.
Paola Ugaz, salvo en el sonado caso con el Diario Expreso y otros periodistas, siempre mantiene silencio hermético.
“La Pao” ha declarado ante el juez sólo percibir un aproximado de EUR 1,200 (US$1,500) mensuales como corresponsal del diario “ABC”. ¿Creíble en contraposición a lo antes descrito?
Calla (sino mentiría) acerca de su relación comercial/ laboral con ESSALUD y Fiorella Molinelli; de su hipotética relación con Miriam Morales y Martín Vizcarra; de su participación como asesora en medios de comunicación en la campaña de PPK; de su relación real con la agencia AL JAZEERA; de sus actividades al interior de la MML con legajo laboral desaparecido; de sus 10 años investigando a cierta comunidad religiosa y el libro escrito al “alimón” con Pedro Salinas. No nos habla de sus actividades a través del Colectivo “Desvela”; y, mucho menos, acerca de las actividades que realizaría a través de “Yachay Productions”.
Dice ser periodista de investigación, una investigadora, pero más allá de haber realizado investigaciones para que el director de IDL-R escribiera sus notas periodísticas y el libro que Pedro Salinas publicó sobre cierta comunidad religiosa –que entre los créditos le dan un rol secundario, pero participación, al fin y al cabo–: ¿Qué noticia, qué investigación de importancia gravitante ha publicado?
Según la hoja de vida que ella publica en Linkedin, en materia periodística ella sería una “free-lance”. Y si para un periodista de carrera no le es posible mantener un ritmo de vida como el de Paola Ugaz y su sociedad conyugal tienen, menos posible le será aún para un “free-lance –salvo que logre una historia exclusiva de tal importancia, que por ella le paguen un exorbitante precio, lo que sería poco probable, sino imposible, en el caso de “La Pao”; ¿o lo sería?
Respecto a cómo solventan su ritmo de vida, pensamos que por el momento Paola Ugaz más bien se estaría concentrando en cómo distraer nuestra atención explicándonos que con los ingresos que percibe de “ABC” solventa los pagos mínimos de las tarjetas de crédito a su nombre; que viene atravesando una gravísima crisis financiera como consecuencia de los procesos judiciales que ha enfrentado y que enfrenta; y, hasta posiblemente que tendrá que “pasar” el sombrero organizando fiestas en bares y discotecas y “polladas” para solventar el pago de los costos de los procesos que enfrenta.
Estas dificultades financieras quedarían demostradas con el hecho que Paola Ugaz, que durante más de dos años ha gozado de la calificación de NORMAL, luego de nuestras publicaciones “Los Intocables” y “Lo que no quieran que sepamos”, así como su declaración judicial sobre ingresos en el caso con Luciano Revoredo, ha incurrido en incumplimientos con el BCP y el Banco Pichincha (con el que ella ha negado tener vinculación alguna) –demora de pago en el caso del BCP; y, deuda vencida por S/. 74 en el caso del Banco Pichincha–determinado ello que Paola Ugaz hoy no goce la calificación de NORMAL en el sistema, sino de Cliente Problema Potencial (CPP), aun cuando estos bancos en octubre y diciembre pudieran haberla calificado independientemente como DEFICIENTE o CPP.
Sin embargo, pago mínimo o no, el presupuesto familiar de Paola Ugaz y su sociedad conyugal –cercano a los US$13,000 netos mensuales– debe ser solventado; y, si éste no es financiado vía tarjetas de crédito, entonces debe ser pagado en efectivo y al contado. ¿De dónde provienen los recursos?
Nuestra primera hipótesis nace de la investigación que venimos realizando sobre la corrupción en la MML durante el gobierno edil de Susana Villarán.
Como recordarán, en adición a los sobornos para la “Campaña por el NO” –en los que el Ministerio Público habría determinado un faltante de US$2.5 Millones–, existen pagos por consultorías contratadas con el entorno cercano de Villarán que, como mínimo, ascenderían a US$56 Millones, a los que se deben sumar la coima que Pinheiro pagó a Budian en el Hotel Westin por US$7 Millones, así como el sobreprecio del terreno de Campoy por algo más de US$2.1 Millones.
En cifras gruesas, la corrupción dirigida por Susana Villarán se habría beneficiado con un mínimo US$17.2 Millones; y, hasta la fecha el Ministerio Público, más allá de los US$2.5 Millones faltantes de la “Campaña por el NO”, no da explicaciones por un remanente faltante que ascendería a US$14.7 Millones.
Conocemos por el registro migratorio de Paola Ugaz, como lo hemos expuesto en diversos artículos pasados, que ella, durante el 2013 y con posterioridad (inclusive en 2017), viajó a Panamá y países de la región que permiten conexiones a dicho paraíso tributario y de lavado de activos que ella. También sabemos por la propia MML que nadie está en posibilidad de dar razón de por qué y para qué “La Pao” viajó a dichos destinos, con o sin goce de haber, durante el período que laboró para la Municipalidad Metropolitana.
La desaparición del legajo laboral de Paola Ugaz y su silencio constante respectos de estos viajes ha llevado a no pocos periodistas de investigación a cuestionarse por qué y para qué “La Pao” ha viajado tanto a Panamá, sea directamente o en conexión ida y vuelta a través de otros países de la Región.
¿Será que Paola Ugaz mantiene ahorros en Panamá? Y si los tiene: ¿cuál es el origen de estos? ¿O será que “La Pao” administraría a título oneroso fondos de terceros depositados en Panamá –como podrían ser de Susana Villarán o Marisa Glave– y que ella va introduciendo al SFN a través de la cuenta de abonos de su Tarjeta de Crédito expedida por el Banco Pichincha (cuenta que ella públicamente, en el programa 20/20 de Mávila Huerta ha negado tener)?
Pero también está su supuesta presencia en el pago de la coima por Graña y Montero, según las declaraciones del propio Freddy Chirinos, socio de Pedro Salinas. ¿Habrá tenido Paola Ugaz participación económica en dicha coima?
Lo cierto es que ésta es una hipótesis plausible de como Paola Ugaz y su sociedad conyugal sirven su deuda financiera, justifica el patrimonio que tienen y solventa su presupuesto familiar mensual estimado que estaría alrededor de US$13 Mil mensuales, netos del Impuesto a la Renta anual.
Una segunda hipótesis que ya varias veces me ha sido referida, nace de la estrecha relación de Paola Ugaz con Morgana Vargas Llosa, el Colectivo “DESVELA” (una suerte de ONG) y la amistad de estas dos con Nadine Heredia, y los viajes –prácticamente anuales– que “La Pao” habría realizado a Europa, con punto conocido de ingreso a dicho continente, pero destinos desconocidos vía conexiones.
Nadie olvida que “La Pao” y Morgana realizaron durante el gobierno de Humala actividades pro víctimas del terrorismo, en las que Nadine Heredia habría participado de alguna manera. Hablamos, por ejemplo, como podría ser la famosa chalina “gigante” que la Municipalidad de San Isidro se negó a exponer en el Lugar de la Memoria y que finalmente Susana Villarán, con el patrocinio de Mario Vargas Llosa lo hizo en la MML; o, de cierta ley para el pago de reparaciones por el Estado a familias de terroristas caídos y hasta de terroristas cumpliendo condena por los delitos de lesa humanidad que cometieron.
¿Será que los fondos para estas actividades, que en mi opinión calificarían como apología al terrorismo, fueron canalizados a través de “DESVELA”; y, Paola Ugaz habría usufructuado de dichos recursos para hacerse de un “ahorro” para años posteriores y que mantiene ocultos en cuentas de terceros y/o en el exterior? O, ¿será que siendo “tan amiga” de Nadine, “La Pao” sería testaferro de la primera y mantendría dineros de ésta en el Perú y en el extranjero; Europa quizás?
Aunque esta hipótesis suene improbable, no es imposible ni descabellada, dado lo sombrías (por no decir oscuras) de las actividades de Paola Ugaz, así como las amistades políticas de su entorno cercano.
Una tercera hipótesis es que Paola Ugaz, gracias a sus conocimientos en periodismo, manejo de redes sociales y publicidad de imagen –por no llamarlos “publicherrys”–, prestaría estos servicios, ya sea que le paguen a través de “Yachay Productions” o le paguen “en negro” o “por fuera”; y, pondría las habilidades de sus oficios, sea para levantar la imagen de sus clientes; o, bien podría ser, para destruir, demoler y dañar la imagen de las partes contrarias a sus clientes.
Evidencia de ello serían, de acuerdo a fotografías publicadas, los servicios a ESSALUD y la entrevista “publicherry” a Martín Vizcarra, publicada en el diario “ABC” de España.
¿Hipótesis plausible? Podría considerarse que sí y que Paola Ugaz no revelaría ni ante Torquemada bajo tortura, para que no sea tildada de plumífera.
Finalmente, existe la cuarta hipótesis, que nacería de lo declarado por Pedro Salinas (a quien con cierto respeto llamo Muhamad Alí; no porque vuele como mariposa y pique como avispa, sino porque sería “bocón”). En su columna del 9 de diciembre pasado, despotrica de cierta nota publicada por “Expreso” que señala que él –Salinas– y Paola Ugaz serían parte de una conspiración para adecuar al Perú al “Nuevo Orden” que propugna Soros, y que ellos serían los encargados de destruir a la Iglesia Católica.
Sobre la existencia de tal conspiración me pregunto qué dirían Siomi Lerner –o cualquiera de su entorno cercano, que se reunirían en cierto local de la Avenida Pardo en Miraflores–.
Sobre la participación que le atribuyen a Salinas y a Paola Ugaz, en especial a esta última, creo que vale comentar que nadie creería que alguien investigaría por 10 años a una comunidad religiosa “por amor al arte”; más aún si se trata de lograr su disolución y la liquidación (venta o transferencia) de un patrimonio que vale y produce millones de dólares, tal como lo señaló Salinas en una entrevista que le hizo América Economía publicada en abril de 2016.
Así, siendo esta comunidad de línea conservadora, que políticamente no está de acuerdo con la ideología que propugnan George Soros y sus seguidores; y, siendo las principales actividades económicas de esta comunidad la educación (colegios, institutos, universidades en el Perú y en el extranjero, tal como otras congregaciones religiosas hacen); no resultaría extraño que alguien haya financiado el primer libro de Salinas y Ugaz y, asimismo, ahora esté financiando el libro sobre las finanzas que “La Pao” dice tener listo para imprimir, publicar y difundir. De comprobarse este financiamiento, la credibilidad de dicha investigación se vendría por los suelos, pero sobre todo podría resultar siendo una de las principales fuentes de ingreso de Paola Ugaz y su sociedad conyugal, sin perjuicio de que ella pase de ser calificada de periodista a “plumífera”.
Las cuatro hipótesis que se plantean no se contraponen entre sí, pues todas tienen en común un factor político. Por tanto, una, algunas o todas pueden ser las fuentes de los recursos con los que Paola Ugaz y su sociedad conyugal sirven la cuantiosa deuda que mantienen con las Empresas del Sistema Financiero Nacional (ESFNs) ascendente a S/. 1,311,722.88 (Un Millón Trecientos Once Mil Setecientos Veintidós y 88/100 Soles), o como sufraga un presupuesto familiar estimado en una suma a los US$197,500 anuales (antes del Impuesto a la Renta), así como los activos que han adquirido.
Corresponde a las autoridades –como la SUNAT, la UIF, el Ministerio Público, entre otras– necesariamente investigar las finanzas de Paola Ugaz; a usted señor lector, corresponde sacar sus conclusiones al respecto.
Redactada la presente nota periodística por quien la suscribe, en la Ciudad de Lima, el día 26 de diciembre de 2020
Edgardo José Palomino Martínez
DNI N° 09018093