Por Martín Valdivia R.
¿Quién respeta al Presidente?
Mientras los chilenos inauguran una mina estatal (Codelco) por 5 mil millones de dólares, dando trabajo a dos mil personas con una producción de cobre de 140 mil toneladas diarias, aquí, en el Perú, el presidente Vizcarra cede día a día los requerimientos de los rojos que quieren ver de rodillas al Perú, dejando en las entrañas de la tierra millones de toneladas de metal que bien podría convertirnos en los más grandes productores de cobre del mundo, ganando de largo a los vecinos del sur.
Ciertamente, estoy convencido que esta asonada antiminera responde a una sincronizada campaña internacional para mantener al Perú alejado de los primeros lugares de la producción mundial de cobre y otros minerales, además de dar de comer a los líderes de las ONGs que manejan la antiminería, quienes por décadas han vivido como millonarios gracias al cuento de la protección al medio ambiente. Son ellos los responsables que ahora Cajamarca sea cada día más pobre y Arequipa pierda la gran oportunidad de obtener ingentes recursos para su región.
La mina chilena de cobre Chuquicamata, en el norteño desierto de Atacama, fue inaugurada la semana pasada en su versión subterránea, “como resultado de la reconversión de tajo abierto a explotación bajo la superficie para dar otros 40 años de vida al gigantesco y centenario yacimiento de la chilena Codelco”, dice la nota.
Mientras tanto, los moqueguanos se empecinan en pelearse con Anglo American argumentando una supuesta contaminación del río Moquegua desde que se inició la etapa de construcción de la mina. O sea, recién se dan cuenta – después de siete años – que “algo anda mal” para alzar su voz de protesta. La minera, como es lógico, ha dicho que eso es falso y que el río Moquegua mantiene sus niveles normales de agua y que la OEFA los controla permanentemente.
En Puno, un paro dizque “preventivo” de 24 horas trajo como consecuencia el bendito bloqueo de las carreteras Puno-Desaguadero y Puno-Juliaca, perjudicando a miles de viajeros y turistas que visitan el altiplano. Nuevamente – y esto ya es risible – los puneños protestaban contra los proyectos cupríferos Tía María y Quellaveco, además de apoyar al zurdo gobernador regional Walter Aduviri, condenado a seis años de prisión por el caso ‘aimarazo’.
Y así el presidente Martín Vizcarra sigue mirando a otros lados sin tomar el toro por las astas. Así, se le insurrecciona el sur del Perú sin que la autoridad y la ley imperen. Así, Chile se ríe de nosotros y se soba las manos cada vez que un proyecto minero se hunde en el abandono y la desidia de nuestros gobernantes. Así los rojos siguen traicionando al país. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
