Por: Martín Belaunde Moreyra
Al momento de escribir estas líneas debo limitarme a los resultados electorales de Lima. El análisis de la votación en el resto del Perú merece un artículo diferente por su mayor complejidad. Sin embargo, en la capital se pueden sacar algunas conclusiones preliminares. En Lima hay dos grandes triunfadores: Jorge Muñoz y Acción Popular. El orden de precedencia en el triunfo es debatible, pero ambos tienen en su haber una importante victoria, con proyecciones sobre el 2021 para Acción Popular.
En Acción Popular debe destacarse que no lograba un triunfo electoral de esa magnitud desde la elección de Eduardo Orrego a fines de 1980. Han tenido que pasar 38 años para que el partido de la lampa pueda imponerse nuevamente y alcance la alcaldía de Lima. A lo que debe agregarse que la candidatura de Jorge Muñoz arrastró a numerosos alcaldes distritales, alrededor de 13. Ahora bien, Jorge Muñoz no era exactamente un candidato orgánico de Acción Popular como en su momento lo fue Eduardo Orrego. El es más bien un hombre formado en las canteras de Somos Perú, que se distanció de su partido originario y terminó afiliándose a Acción Popular, donde se impuso sobre los demás candidatos en una primaria interna. Podría decirse que ha habido un matrimonio de conveniencia entre el candidato y el partido que lo llevó a la contienda. Fue una alianza estratégica entre un candidato en busca de un partido histórico no contaminado por la corrupción y de este último de contar con la persona más apropiada para representarlo en los comicios municipales.
¿Quiénes pierden más? Solidaridad Nacional ha perdido su gran bastión electoral. Su candidato, Luis Castañeda Pardo, con dificultad alcanzó el 2.7%. Como premio consuelo los candidatos de Solidaridad Nacional en Miraflores y Chorrillos, triunfaron por su tesón y arraigo personal en ambos distritos. Pero se trató de victorias individuales más que partidarias. Sin embargo Solidaridad Nacional por lo menos conserva dos distritos y sobre esa base quizás podrá reconstruir su ámbito electoral limeño.
¿Qué podemos decir de Fuerza Popular? En Lima su derrota ha sido completa a nivel metropolitano y distrital. En el plano municipal de Lima, Fuerza Popular queda barrida del mapa. Es cierto que el fujimorismo y concretamente Fuerza Popular no son agrupaciones políticas que se hayan especializado en el ámbito municipal. Su fuerza estuvo concentrada en las elecciones presidenciales y congresales desde el 2006 hasta el 2016. Pero en este octubre del 2018 el pueblo no votó por el fujimorismo, sea por las rencillas fraternales entre Keiko y Kenji o por su excesiva pugnacidad ante el Poder Ejecutivo, que le generó mucha antipatía en amplios círculos. Keiko perdió en las encuestas por ese motivo. ¿Se repondrá Fuerza Popular? Pronóstico reservado.
¿Y los otros candidatos tales como Reggiardo, Belmont y Urresti? Con respecto al primero su negativa a debatir fue un error garrafal que le costó la elección. Belmont se perdió en palabrería vacía demostrando que ya no está en condiciones de ejercer la alcaldía. En cuanto Urresti su absolución del asesinato del periodista de Bustíos no le dio el impulso que en un momento parecía que iba llevarlo al triunfo. Sin embargo, de ningún modo queda descartado para una futura candidatura en el 2021.