Con el objetivo de materializar su ilegítima investidura presidencial, este 10 de enero, el dictador Nicolás Maduro está dispuesto a desatar un baño de sangre en Venezuela.
Así lo advirtió el régimen chavista al anunciar la militarización del centro de Caracas, para impedir con brutal represión las anunciadas protestas ciudadanas en contra del fraude electoral que perpetró.
Fuerzas policiales, militares y de inteligencia trabajan coordinadamente para reprimir cualquier actividad ese día, aseguraron.
En esa misma línea, el dictador entregó 1,200 fusiles de asalto a los miembros de la «Milicia Bolivariana», una especie de grupo paramilitar formado por venezolanos chavistas, a fin de que también arremetan contra los opositores que deseen manifestarse este 10 de enero.
Desde anoche, los llamados «colectivos» chavistas intensificaron sus patrullajes en las principales ciudades del país, mientras Diosdado Cabello, ministro de Interior, anunció mano dura contra todo aquel que se rebele contra el régimen.
En un encuentro con estas milicias para entregarles las armas, Nicolás Maduro amenazó con desatar violencia: «Fascistas, imperialistas, no se equivoquen conmigo. No se vuelvan a equivocar conmigo. No se equivoquen con el pueblo de Venezuela, que estamos decididos a vencer».
En tanto se inició una cacería de opositores y detenciones de extranjeros que llegan al país.
Ayer las autoridades de ese país detuvieron a otros siete extranjeros. Se trata de dos estadounidenses, dos colombianos y tres ucranianos, acusados de intentar «acciones terroristas» y ser “mercenarios”.
Maduro se jactó de tener 125 extranjeros de 25 nacionalidades presos bajo las mismas acusaciones
Y para justificar la represión violenta, indicó que su régimen actuará con mano dura contra mercenarios que pretenden “llenar bombas el país y hacer atentados contra líderes de la revolución».
Sobre las milicias armadas dijo: «Quedan activadas para que garanticen la victoria y la paz. Nadie podrá con nosotros».
En otro momento, se anunció un despliegue de 1.200 militares para custodiar a Maduro durante su ilegítima investidura presidencial.
REACCIÓN VIOLENTA
El internacionalista peruano Francisco Belaúnde aseguró que existe un peligro latente de repetir escenarios de represión como en años anteriores.
«Probablemente, lo que va a haber eventualmente sería una reacción violenta», apuntó.
CAPTURA Y SECUESTRO
Diosdado Cabello, mano derecha del dictador de Venezuela, hizo hincapié en el opositor Edmundo González, quien ha anunciado que llegará a Caracas este viernes.
“Si González pisa nuevamente Venezuela, será inmediatamente arrestado por las autoridades. Apenas ponga un dedo en Venezuela, será detenido”, mencionó.
Como parte de las medidas de amedrentamiento, la dictadura de Maduro secuestró ayer al yerno del presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia.
Así lo denunció el ganador de las elecciones del 28 de julio en su cuenta de X: “Esta mañana fue secuestrado mi yerno Rafael Tudares. Rafael se dirigía a la escuela de mis nietos a dejarlos por el inicio a clases, lo interceptaron hombres encapuchados, vestido de negro, lo montaron en una camioneta color dorado, placa AA54E2C y se lo llevaron. A esta hora se encuentra desaparecido”.
Por su parte, la lideresa opositora venezolana María Corina Machado denunció que la vivienda de su madre, Corina Parisca, en Caracas ha sido rodeada por agentes del régimen chavista de Nicolás Maduro.
Según un mensaje difundido por la ex diputada a través de sus redes sociales, el operativo de hostigamiento incluye la instalación de alcabalas en toda la urbanización, el sobrevuelo de drones y un corte de electricidad en la zona.
TORTURAS
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) acusó al Gobierno de Nicolás Maduro de llevar a cabo una política de represión tras las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, con «al menos 25 asesinatos, decenas de desapariciones forzadas breves, unas 2.000 detenciones arbitrarias, torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes».
Asimismo, emitió un contundente informe donde señala que la reelección de Maduro “no goza de legitimidad democrática”, en medio de una creciente crisis política en Venezuela.
PERÚ SE PRONUNCIA
El gobierno de Perú ratificó que no reconoce los resultados de las últimas elecciones en Venezuela.
Dina Boluarte aseguró al mandatario electo, Edmundo González, que se tomó esta postura por el compromiso del Perú con “la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos como principios fundamentales de su política exterior”.
“No (se) reconoce los resultados de las elecciones del 28 de julio de 2024, tal como fue anunciado por la autoridad electoral, al haberse infringido las leyes venezolanas, desconociéndose así la voluntad legítima del pueblo de Venezuela expresada claramente en dicho proceso”, dice el pronunciamiento publicado por presidente en sus redes sociales.
Ayer la jefa de Estado sostuvo una reunión virtual con González y la lideresa de la oposición, Maria Corina Machado, donde Boluarte reconoció el “liderazgo, coraje y valentía” en las acciones desplegadas a nivel internacional por el presidente electo.
“Igualmente, le reiteró que la invitación extendida, oportunamente, a visitar el Perú se mantiene y que se coordinará una fecha mutuamente conveniente”, dice Presidencia.
