El ataque al ex periodista iraní Pouria Zeraati abriría una investigación antiterrorista por parte de los agentes policiales en Reino Unido
Un reconocido periodista iraní exiliado fue atacado con arma blanca frente a su residencia en Londres el viernes, lo que provocó que la policía británica iniciara una investigación antiterrorista. La Policía Metropolitana de Londres (Met) informó en un comunicado difundido el viernes que las lesiones sufridas por Zeraati no se consideraban mortales y que se encontraba en estado estable.
Pouria Zeraati, un presentador de televisión del canal iraní Iran International, con sede en el Reino Unido, fue presuntamente agredido por un grupo de individuos frente a su residencia en el suroeste de Wimbledon. Los agresores escaparon en un vehículo después del incidente.
La Policía Metropolitana de Londres (Met) indicó que es prematuro determinar el motivo del ataque, pero dada la ocupación del afectado y «el historial de amenazas dirigidas a este grupo de periodistas en el pasado reciente«, la unidad antiterrorista del departamento se encargará de investigar el incidente.
«No sabemos el motivo por el cual esta víctima fue atacada y podría haber varias explicaciones. Mientras continuamos evaluando las circunstancias de este incidente, los detectives están siguiendo una serie de líneas de investigación«, indicó el comandante Dominic Murphy, jefe del comando, en un comunicado.
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Aunque Teherán no ha sido directamente vinculado con el ataque, este evento ha suscitado preocupaciones al respecto. Irán ha clasificado a la cadena de televisión para la que trabaja Zeraati como una «entidad terrorista«. Los medios estatales iraníes han acusado en varias ocasiones al canal de incitar disturbios.
El ataque a Zeraati se produce después de que una investigación de ITV británica el año pasado revelara que agentes iraníes habían intentado sobornar a un traficante de personas con US$ 200.000 para asesinar a dos periodistas de Iran International. Esta pesquisa llevó al gobierno británico a imponer sanciones en enero a siete miembros de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI), la fuerza paramilitar de élite establecida tras la revolución de 1979 en el país.
La presidenta del Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento, Alicia Kearns, y la secretaria general del Sindicato Nacional Británico de Periodistas, Michelle Stanistreet, emitieron comunicados prudentemente redactados en los que evitaron atribuir la responsabilidad a Irán, pero instaron a tomar medidas adicionales para proteger a los periodistas.
«Este brutal apuñalamiento inevitablemente generará temor entre los muchos periodistas atacados en Iran International y el Servicio Persa de la BBC de que no se sienten seguros en su vivienda o en su trabajo«, comentó Stanistreet.
«La comunidad internacional necesita aumentar la presión sobre Irán y la ONU debe hacer que Irán rinda cuentas por sus acciones«, finalizó.
