Entrevista al padre Piotr Akhmatkhanov, funcionario de la Oficina de las Relaciones Externas del Patriarcado de Moscú de la Iglesia Ortodoxa Rusa
Por: Ricardo Sánchez Serra
Moscú. El padre Piotr Akhmatkhanov, funcionario de la Oficina de las Relaciones Externas del Patriarcado de Moscú de la Iglesia Ortodoxa Rusa, nos abrió las puertas del Monasterio de Donskoy -estábamos bajo una temperatura de -14°C- y nos concedió una interesante entrevista, en la que se explayó sobre la relación entre su Iglesia y el Estado ruso, y, asimismo con El Vaticano, la visita del cardenal Matteo Zuppi y el tema de Ucrania.
– ¿Cómo se encuentran las relaciones entre la Iglesia Ortodoxa Rusa y El Vaticano?
Se puede escribir libros sobre ello. Las relaciones son buenas. De nuestra parte tratamos de mejorarlas. En el último año, la Iglesia de Roma no quiere desarrollarlas en un clima de amistad ni fraternidad. Muy a menudo los representantes de la Iglesia Católica acusan a nuestra Iglesia de cualquier cosa, sin ninguna prueba, basados en informaciones de redes sociales o algunos medios.
– ¿Por ejemplo?
Que nuestro Patriarca, Kirill I, había dicho que pueden matar a los niños de Ucrania. Lo dijeron algunos obispos católicos. Es absurdo. O que el Papa Francisco señaló que Kirill I es acólito del presidente Putin. O que se acuse que se haya dicho que la guerra de Ucrania fue hecha porque Dios quiere. Esos ejemplos muestran que El Vaticano no quiere establecer relaciones con nuestra Iglesia.
La Iglesia de Roma cree que Iglesia rusa toma parte en la Operación Militar Especial en Ucrania. De la misma forma, la Iglesia griega de Roma en Ucrania también critica a la Iglesia Ortodoxa Rusa. Está claro que la Iglesia es independiente del Estado, que es no religioso, por lo que no es parte.
– ¿Qué le diría al Papa Francisco?
Francisco es el jefe del Estado Vaticano y no es correcto que se refiera así de su homólogo. Muchas veces Francisco declaraba su intención de tener una cita con el Patriarca, pero es muy raro que se le conceda ante esta situación.
Tal cita es posible realizar, pero antes esas realidades, la parte del león la tiene El Vaticano, que por sus acciones no muestra la intención de hacerlo.
Para mejorar las relaciones debemos trabajar juntos. No se trata solo de Ucrania, si hablamos de las relaciones entre las dos iglesias, sino también nos preocupa lo qué pasa dentro de la Iglesia Católica, en sus actividades cotidianas, en particular los matrimonios del mismo género, los homosexuales, también las expresiones del Papa sobre todo ese tema. No podemos evaluar de manera oficial esas expresiones, que en mi opinión contradicen lo que dice el Evangelio.
La Iglesia rusa no comenta lo que hace El Vaticano, es asunto suyo, pero sí Roma comenta lo que hacen otras iglesias.
– ¿Cuál es la impresión de la visita del cardenal Matteo Zuppi, representante del Papa, a Moscú?
Después de lo que dijo a la prensa italiana, no hay resultado de su visita.
Algunos católicos, no solo de la cúpula, sino de a pie, piensan que los refugiados que vienen de Ucrania trabajan en condiciones muy duras. Y no es la realidad.
Parecería que el cardenal Zuppi fue a Moscú para mostrar su preocupación de manera acusativa, esa es la conclusión de la persona de a pie. Llegó sin el objetivo de entender nuestra posición. Su preocupación refleja la posición de Occidente. Solo palabras, sin la intención de aclarar eso. Llegó para mostrar su posición sobre todo eso y después ofrecer comentarios a la prensa italiana y resultados al Papa Francisco.
Con el tema de Ucrania, solo las personas o instituciones que se han beneficiado del conflicto, han empeorado los vínculos. La Iglesia Ortodoxa Rusa se lleva bien con todas las confesiones, como islámicas, budismo, hinduismo, pero las relaciones son difíciles con la Iglesia católica y algunas iglesias protestantes de Estados Unidos. El ecumenismo no fue afectado. Preguntaría si la situación en Israel lo ha afectado. De ninguna manera.
No puedo hacer comentarios sobre la división dentro de la Iglesia católica, porque no pertenezco a ella.
Relaciones entre el Estado ruso y la Iglesia Ortodoxa
“La Iglesia Ortodoxa sufrió numerosos embates, acontecimientos trágicos, pero gracias a Dios ocurrió el Segundo Bautizo de Rusia, muchas iglesias y catedrales fueron renovadas y numerosa gente ha vuelto a ellas. Se promueve los valores tradicionales evangélicos”, afirmó el padre Piotr Akhmatkhanov.
El suscrito le recordó que en una de las apariciones de la Virgen de Fátima, ella mencionó el milagro de la reconversión de Rusia, hecho que el padre conocía.
“En el transcurso de la historia de Rusia -prosiguió- las relaciones y sus niveles fueron distintas. En el periodo de los zares, la Iglesia tenía influencia grande y tuvo la oportunidad de tomar decisiones por sí misma. En los tiempos de Pedro El Grande, cuando Rusia fue un imperio, la Iglesia fue incorporada en el Estado”.
Contó que para la mayoría de la gente ello no fue beneficioso. La iglesia y su papel en la vida de la sociedad empieza a ser mayor, forma parte en diferentes decisiones del Estado y en general hay más relación entre la Iglesia y el Estado y los obispos son como funcionarios. El jefe del Estado era el jefe de la Iglesia, por una parte, era beneficioso porque la Iglesia participaba en todas las acciones del Estado, pero de otra manera no es independiente.
Luego en el periodo soviético radicalmente nada era permitido para la Iglesia.
Ahora es el segundo bautizo de Rusia. No tenemos un Estado religioso, pero el papel de la Iglesia en la sociedad empieza a ser mayor y con el Estado tiene un carácter de socios. La Iglesia no está involucrada en la esfera política del Estado, pero en cualquier esfera en donde el Estado puede ayudar en donde necesite el apoyo.
La Iglesia inculca a la población los valores evangélicos. Vivimos en la época del consumismo, y la Iglesia les recuerda que no hay que caer en ello, también les aconseja que no hay que enviar a los padres a los asilos de ancianos. Tener un amante no es bueno. Debemos educar a los hijos de manera correcta. También querer y amar a su Patria, a sus vecinos, independientemente de su nacionalidad, etnia o religión. También se lucha contra el aborto, se defiende la vida, la familia.
No es secreto que el sistema del aborto es un negocio y los médicos ganan mucho dinero. Las mujeres quedan destrozadas psicológicamente. El Patriarca Kirill I está muy involucrado en combatir ese vicio, ese mal.
Lo que sucede en Ucrania es una tragedia
La Iglesia de Ucrania pertenece a la Iglesia Ortodoxa Rusa, es nuestra jurisdicción y varios utilizan este tema para beneficiarse. No se comprende que para el Patriarca Kirill I todos son sus hijos, señala el Padre Piotr.
Con respecto a la Operación Militar Especial (OME) en Ucrania, asegura que la Iglesia no apoya ningún tipo de matanza. No toma posición porque mucha población ucraniana vive en Rusia y mucha gente rusa vive en Ucrania. La Iglesia rusa advirtió al mundo de ese conflicto que no empezó en febrero de 2022, sino hace ocho años en Donetz y Lugansk (matanzas ucranianas a las minorías rusas) y nadie hizo nada para resolver ese problema.
“Lo que vemos hoy es trágico y podemos ver algunas personas o instituciones que tratan de beneficiarse de eso. No es su competencia decir si la intervención es mala o buena, o para dar alguna evaluación. El objetivo de la Iglesia, en cualquier caso, es promover la paz. Todo el mundo dice que necesitamos un arreglo de paz en Ucrania, pero para conseguirlo, algunas personas ven diferentes escenarios y para la Iglesia Ortodoxa Rusa es establecer una paz justa”, sostiene.
“Es imposible -agrega- alcanzarla solo con el hecho que las tropas rusas se retiren del territorio ucraniano, no es suficiente. En Ucrania hay una rusofobia muy fuerte no solo del Estado sino también de las personas de a pie. Ucrania forma parte del territorio canónico de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Antes de OME el Estado ucraniano trataba de prohibir a la Iglesia Ortodoxa Rusa. Hace todo lo posible para cerrar las iglesias, algunos padres y obispos de la Iglesia Ortodoxa Rusa están encarcelados por evangelizar y ellos son ucranianos, acusados para trabajar para Moscú. Es una situación absurda”.
Akhmatkhanov asevera que desde el Estado ucraniano intentaron promover el cisma, pero no tuvieron éxito porque la misma curia se negó, porque son parte del Patriarcado de Moscú. Un grupo de estafadores y personas prohibidas de las esferas religiosas, se reunieron impulsados por el Estado de Ucrania, para crear el cisma y promover la idea de la Iglesia nacional.
Desde el inicio de la OME la Iglesia hace todo lo posible para prestar apoyo humanitario, alimentos, ayuda psicológica. Desde ante de la OME el Patriarca hizo lo posible para preservar la paz.
Existe la Iglesia Ortodoxa Ucraniana que depende históricamente del Patriarcado de Moscú, de manera espiritual, pero también es autónoma, financieramente, también eligen representantes.