La pulpa, las flores y el zumo de la granadilla tienen un efecto relajante, aunque esta propiedad es más pronunciada cuando se preparar una infusión y se puede emplear como un sedante ligero o como calmante para dolores musculares o de cabeza. Es recomendable en para combatir los dolores menstruales.
Granadilla
En el mundo hay un sinfín de plantas que dan grandes beneficios a la salud y una de ellas es la granadilla, planta originaria de países sudamericanos como Perú, en donde se puede encontrar en lugares como Matucana, La Libertad, Cajamarca, Tarma y otros.
La granadilla se cultiva desde el norte argentino hasta México, así como en África y Australia. Los climas para su cultivo deben tener entre 15° y 18° centígrados de temperatura y 600 a 1000 mm de precipitación cada año.
Algunos de los nombres con los que se conoce a esta planta son “granada china”, “granadilla de China”, “parchita”, “parcha dulce”, “granada de moco”, “granadita”, “parcha importada” y “granadilla común”.
Beneficios y nutrientes de la granadilla
La granadilla es antiparasitaria, diurética y estimulante de la función de leche materna, también puede usarse como antianémico, ya que es muy nutritiva, especialmente para los niños.
Algunas de las vitaminas y minerales que tiene la granadilla son vitamina C, hierro, carotenos, vitamina B, potasio, calcio, magnesio y fósforo, de ahí que ayude a prevenir enfermedades respiratorias, por ejemplo, y a fortalecer el sistema inmunológico.
Otras propiedades
La granadilla también puede usarse para tratar la epilepsia, solo tienes que preparar una infusión de flores de granadilla y beberla tres veces por día para curar esta enfermedad. Si bebes la infusión una semana, la siguiente no la bebas y así sucesivamente.
Con una infusión de 100 gramos de hojas de granadilla se pueden curar infecciones de la piel con la toma de una cucharada cada dos horas y si comes el fruto de la granadilla, tendrás un efecto diurético. La toma de una infusión de hojas te servirá para purificar la sangre.