Ricky Martin cautivó Lima con un vibrante espectáculo sinfónico, marcando el inicio de una serie de conciertos internacionales en el 2024
Ricky Martin inundó de pasión a Lima, llevándola al compás de cada una de sus canciones con una propuesta sinfónica que añadió sofisticación al monumental José Díaz, inaugurando así un 2024 de destacados conciertos internacionales.
La velada comenzó con la participación especial de Danni Ubeda, cantante español invitado por Ricky, quien impactó a la audiencia al interpretar de manera conmovedora uno de los temas más emotivos de Pedro Suárez-Vértiz, «Me Elevé».
La audiencia se emocionó y siguió a coro a Ubeda, en un tributo al gran cantautor que nos dejó el año pasado, generando un profundo pesar en la escena musical.
Su presentación fue impecable, iniciando con una propuesta respaldada por la tecnología y cargada de energía para luego interpretar «Volverás».
Acto seguido, el artista boricua solo tuvo palabras de amor para sus seguidores «muchas gracias Lima. Esta será una noche mágica… lo siento, siento esa energía. Qué manera de empezar el año con este primer concierto. Vengo más vivo que nunca».
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Momentos románticos
«Esta noche vamos a recordar viejos tiempos, románticos, carnavales… encantado de compartir con talento peruano, con estos artistas. Lima vengo a regalarte mi música, mi historia… te amo Perú», expresó el artista más locuaz que nunca.
Después, interpretó «Gracias por pensar en mí», reflejando exactamente el momento espiritual que el artista está experimentando.
Tras la reflexión, cambió la dinámica en el escenario con una explosión de energía al presentar «La Bomba», acompañada de un espectáculo de luces que emocionó a la audiencia.
Indispensable para los románticos, no faltó «Fuego contra fuego», una balada que indudablemente conmueve a sus seguidores, quienes esta vez no vacilaron en entonar cada palabra de esta canción, la cual es sin duda un clásico imperdible en sus conciertos.
Ricky hizo una breve pausa para compartir que esta noche musical es «un momento especial que llevaré conmigo a casa», al mismo tiempo que jugaba con el público al preguntar: «¿Quieren más? Solo estamos a la mitad de la historia».
La música continuaba sin interrupciones, alternando entre temas populares y composiciones de sus más recientes producciones discográficas.
Imperdible fue la interpretación de «Asignatura pendiente». El público quedó cautivado por el talento y la presentación, que no solo se centró en la tecnología y el juego de luces, sino también en la calidad musical ofrecida por los músicos en su propuesta sinfónica en el país.
Ricky puso fin a la noche con «Aguacero», marcando así su despedida después de más de una década de ausencia. El artista deja a sus seguidores con el corazón lleno de emociones, llevándose consigo todo el amor que se experimentó esta noche en el Estadio Nacional. Sin duda, una velada inolvidable.
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