Perú y Chile están en el ojo de la tormenta sísmica y pueden llegar sismos más fuertes según especialistas
El sismo de magnitud 7 registrado esta madrugada en el distrito de Yauca, provincia de Caravelí, Arequipa, ha generado preocupación significativa tanto en Perú como en Chile, según indicó el geógrafo chileno Marcelo Lagos. Este evento sísmico, que se sintió en varias regiones peruanas cercanas al epicentro y en ciudades chilenas como Arica, está relacionado con una zona que históricamente ha experimentado grandes terremotos.
Lagos vinculó el sismo de Caravelí con eventos anteriores como el terremoto de Pisco en 2007 y el de Camaná en 2001, señalando que estos movimientos telúricos están gradualmente activando segmentos en una región con un historial sísmico significativo. Advirtió que tanto Perú como Chile están bajo la amenaza constante de megaterremotos, con Perú incubando un posible terremoto devastador en la costa de Lima, donde no ha ocurrido un evento de gran magnitud en más de 270 años.
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En entrevista con Chilevisión, el geógrafo explicó: «Yo no bajaría la guardia, todo lo contrario. Entre más tiempo pasa, la probabilidad de un gran evento es más alta. Lo que sí, la ciencia de hoy día no puede decir el dónde, cuándo, qué magnitud o profundidad».
Inicialmente, el sismo generó preocupación por una posible alerta de tsunami en las ciudades chilenas cercanas a la costa peruana, aunque esta posibilidad fue descartada horas después en ambos países.
«Hernando Tavera, presidente ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú (IGP), explicó en Latina Noticias que la razón por la cual el fuerte sismo no causó daños catastróficos es porque su epicentro se ubicó en el mar, alejado de la zona costera», detalló Lagos. No obstante, Tavera advirtió sobre la vulnerabilidad de ciertas áreas urbanas frente a sismos de similar magnitud, destacando problemas como la calidad de construcciones y la planificación urbana.
El geógrafo también señaló que Perú está más expuesto a la actividad sísmica que se origina hacia el suroeste, en dirección a Nueva Zelanda, y no tanto hacia Chile, aunque ambos países comparten una historia sísmica común.