Discrepancias entre operadores y falta de una estación clave podrían impedir que el tramo Bolognesi-Ate inicie en 2026.
La operación de la Línea 2 del Metro de Lima y Callao, un proyecto esperado por más de una década, podría enfrentarse a un nuevo obstáculo. El Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán) ha advertido que el tramo entre las estaciones Bolognesi y Ate corre el riesgo de no estar operativo en marzo de 2026 debido a problemas en la interconexión con la Línea 1, situada en la avenida 28 de Julio. Esta conexión es esencial para un sistema eficiente, pero su implementación sigue en suspenso por la falta de una estación de intercambio que una ambas líneas.
Según Ositrán, la construcción de la estación 28 de Julio para la Línea 1, que facilitaría la transferencia de pasajeros entre ambas líneas, aún no ha comenzado, debido a discrepancias entre los operadores de ambas líneas y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). Aunque la estación subterránea de la Línea 2 ya muestra avances, la estación complementaria de la Línea 1 carece de un estudio definitivo de ingeniería, lo cual mantiene los plazos en incertidumbre. Miguel González, jefe de Contratos Ferroviarios de Ositrán, señaló que un decreto supremo podría agilizar el proceso, permitiendo que la Línea 1 asuma la responsabilidad de construir la estación en su área de concesión, lo cual acortaría los tiempos.
Ositrán también plantea una opción provisional: habilitar un pasadizo temporal que conecte las estaciones 28 de Julio y Gamarra de la Línea 1, lo cual ofrecería una solución temporal hasta que la nueva estación esté lista. Sin embargo, esta medida no resuelve el problema de fondo.
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El MTC enfrenta otra preocupación: la capacidad de la Línea 1 podría verse comprometida si no se realizan mejoras antes de la interconexión. El concesionario Tren Urbano de Lima propuso en diciembre pasado la compra de nuevos trenes, la modernización del sistema eléctrico y la ampliación de estaciones para reducir el tiempo de espera en hora punta y aumentar la capacidad de pasajeros diarios de 550,000 a 850,000. Esta actualización, que costaría alrededor de 1,500 millones de soles, busca equilibrar la demanda entre ambas líneas y evitar un colapso.
Mientras tanto, el reloj sigue corriendo. El experto en transporte Luis Quispe Candia, de Luz Ámbar, enfatizó que para un sistema de transporte eficiente, la integración de ambas líneas debe lograrse en los plazos previstos