Las familias afectadas han mencionado que se les prometió reubicación como solución, pero hasta el momento no han recibido asistencia alguna
Una situación desesperada afecta a alrededor de 30 familias en el Rímac, quienes han estado durmiendo en la vía pública desde principios de agosto tras ser desalojadas de una casona ubicada en la cuadra 1 del jirón Jicamarca. Este grupo incluye a niños, adultos mayores y personas con discapacidad, quienes claman por la atención y ayuda del alcalde del distrito, Néstor De La Rosa.
La triste escena se ha plasmado en imágenes captadas por medios locales, donde una calle aparece obstruida por sillas, colchones, madera y carpas, colocados por los mismos afectados en un esfuerzo por establecer una especie de refugio. Esta medida, sin embargo, ha dificultado tanto el tránsito vehicular como el desplazamiento de los peatones.
Uno de los exinquilinos compartió su angustia: «Después de 10 años nos han desalojado. Solíamos pagar 10 soles diarios para vivir allí. No hubo previo aviso. Nos vimos desalojados de manera repentina», declaró. Además, expresó su inquietud por el bienestar de su hijo, quien depende de una silla de ruedas.
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Un vecino con un negocio en la misma cuadra expresó que las autoridades deben brindar una solución a esta problemática, pues no solo está afectando el tráfico, sino también está impactando a personas en situación de calle que requieren apoyo. «Las autoridades están aquí para servir al pueblo, para resolver problemas. El alcalde debería dar prioridad a aquellos que están en situación de calle», declaró.
Las familias afectadas han mencionado que se les prometió reubicación como solución, pero hasta el momento no han recibido asistencia alguna. Ante esta falta de respuesta, hacen un llamado a la atención del alcalde del Rímac, Néstor De La Rosa.
Un hombre afectado compartió su difícil situación: «Esto fue una sorpresa. Estaba en el hospital. Padezco de cirrosis y diabetes. Cuando regresé, mis pertenencias ya no estaban, no había agua, nada. El alcalde dice que ofreció reubicarnos, pero hasta ahora no hemos recibido ninguna ayuda», relató con preocupación.