Titular de la confiep plantea diálogo entre partidos políticos
El presidente de la Confiep, Roque Benavides Ganoza, no descartó ser candidato presidencial en el 20121. En entrevista concedida a la revista EMBAJADOR habla de esta posibilidad, así como del crecimiento de la economía peruana.
Algunos presidentes de las cámaras de comercio binacionales afirman que las inversiones continúan normalmente. ¿Tiene la misma percepción?
El Perú ha logrado estabilizarse, en términos económicos, como producto de un esfuerzo desarrollado en los últimos 25 años, que sustancialmente lo que hace es sustentar el crecimiento económico en cuatro columnas. Una de ellas son los tratados de libre comercio (TLC), con dos terceras partes del producto bruto global, y en cada uno de ellos hay un capítulo de defensa de la inversión. Eso genera mucha confianza, y ha sido aplicado en el caso específico de la mina Santa Ana de Bear Creek, a la que se le retiraron las concesiones porque el Gobierno del presidente García tuvo temor por la confrontación social. Lo cierto es que esta empresa ha ido a los tribunales internacionales y ha logrado que se le reintegre esta propiedad y además compense, lo que es muy positivo.
¿Qué otros pilares destaca?
Lo que mencioné, aunado con el otro pilar, que es el grado de inversión, hace que el Perú demuestre una estabilidad macroeconómica muy importante. Adicionalmente a eso somos parte de la Alianza del Pacífico, probablemente uno de los acuerdos internacionales más exitosos que ha habido en América Latina, y por qué no del mundo. No tenemos fronteras comunes, pero sí tenemos objetivos comunes. Y finalmente algo que mucha gente creo que no valora en su debida magnitud: tenemos un Banco Central de Reserva (BCR) absolutamente independiente, que ha velado por la estabilidad macroeconómica del Perú y con la suerte de tener por tercer periodo consecutivo a don Julio Velarde, que es garantía de estabilidad.
¿Hay recesión o cree que la economía va en buen camino?
Vamos por partes. Una de las cosas de las que mucha gente no se da cuenta es que la economía mundial está creciendo al 3.8% – 3.9%. Es excepcional este crecimiento en promedio. El Perú es un país chico, dependiente del contexto internacional, y por lo tanto deberíamos lograr un crecimiento muchísimo mayor a esas cifras.
Entonces, si nosotros queremos luchar contra la pobreza, que tiene que ser el principal objetivo de cualquier peruano bien nacido, debemos crecer a una velocidad mucho más rápida —vale decir, crecer al 7% u 8%—, y eso nos permitiría ir reduciendo la pobreza y por supuesto recuperar el terreno perdido.
Cuando vemos a los países del sudeste asiático —que hace treinta años estaban menos desarrollados que nosotros y hoy día nos superan, y con creces—, nos sentimos obligados a hacer un esfuerzo muchísimo mayor. No estamos en recesión, estamos creciendo a nivel promedio del mundo y tenemos un potencial para crecer muchísimo más. Para ello todos, sector público y privado, debemos trabajar juntos. Y los políticos debemos dejar los enfrentamientos e ir para adelante.
¿Hay seguridad jurídica y tributaria?
Como mencioné el TLC, y en ese capítulo de defensa de la inversión le brindan una estabilidad jurídica y tributaria muy importante. Si alguien pretende cambiar esos tratados le será muy difícil. Es un aspecto fundamental que se ha logrado. Y un BCR que permite estabilidad macroeconómica, también contribuye a un ambiente de confianza.
¿La nueva Ley de Hidrocarburos incentivará la inversión, como señalan optimistas los voceros del Gobierno?
Se ha hecho un esfuerzo por tener una mejor Ley de Hidrocarburos. El tema no pasa solamente por contar con esa ley, también tiene que ver con el Ministerio del Ambiente y con el tema social.
El caso de la empresa irlandesa Tullow Perú, se aprobaron los decretos para pasar a la firma de los contratos. Pero el Gobierno retrocedió, con la explicación de que el ambiente social con los pesqueros no era el adecuado.
Cuando se va al norte del Perú y uno le pregunta a los pescadores dónde se pesca mejor, todos responden que debajo de las plataformas petroleras. De repente no es un tema medioambiental súper técnico decir esto, pero lo que es evidente es que existe muchísima vida marina debajo de todas las plataformas petroleras.
Hay que entender que el ser humano ya comprendió que debe cuidar el medio ambiente y que, por supuesto, una empresa petrolera que pone una plataforma de exploración de petróleo, lo que quiere es cuidar precisamente que no se le escape nada de petróleo, por una cuestión de interés. Entonces, yo creo que la Ley de Hidrocarburos, por lo que me informan va en el camino correcto. Pero creo que hoy en día ninguna actividad está sola, en el sentido de que no depende de temas medioambientales y de temas sociales. Y esos son los que nosotros tenemos que atacar.
“Buscar la hermandad del agua”
Hay proyectos mineros que están esperando. ¿Cree que Conga y Tía María hubieran sido paralizadas en Cuba, Rusia o Estados Unidos?
Hay que pensar que ciertamente Quellaveco será un hito cuando entre en producción. Hay que focalizarse en Michiquillay —proyecto privatizado en este Gobierno—, y por supuesto estoy de acuerdo en que Tía María y Conga no hubiesen sido paralizados en otras partes del mundo.
Tía María tiene muchas posibilidades de salir adelante. Y creo que hay que trabajar el tema social y ambiental, en el sentido de construir en la parte alta del valle de Tambo el reservorio de Paltiture. Esto permitiría regular las aguas de todo el valle de Tambo, y que los agricultores y los ganaderos tengan más agua durante más tiempo durante el año.
Lejos de la confrontación minería-agricultura, lo que tenemos que buscar es la hermandad del agua. Y eso significa que la minería tiene los recursos, los volúmenes de inversión, como para construir reservorios en la parte alto andina de nuestra patria, y permitir que esas aguas brinden mayores servicios, tanto a la agricultura como al proyecto minero. Así que tengo la esperanza de que Tía María se aprobará; y que Conga saldrá con el gran proyecto cuprífero del norte, que es Michiquillay, Galeno, La Zanja, Tantahuatay, hasta La Granja.
¿Qué tratados de libre comercio faltan trabajar?
Tenemos en buena medida ya a todas las economías que quisiéramos, de Europa, Asia, Norteamérica y América Latina.
Mucho se ha hablado de la posibilidad de tener un TLC con la India. Y creo que hay que ser muy cautos, porque es un país probablemente tan informal como el Perú, donde esencialmente los estándares medioambientales no son los que nosotros queremos aplicar.
Hay que tener cuidado. Sinceramente también tenemos que defender la producción nacional, como los textiles peruanos que cumplen todos los estándares internacionales de “no” al trabajo infantil, todas las condiciones formales de seguridad social. Y eso no necesariamente se da en la India.
En su opinión, ¿cuáles son las anclas que evitan que el Perú despegue?
Yo diría que la educación, principalmente. Tenemos que hacer un esfuerzo grande para mejorar la educación, tanto a nivel escolar como universitario, y apoyar a las universidades nacionales. Eso viene acompañado obviamente del tema de salud y nutrición. Si es que nosotros seguimos teniendo latos índices de anemia infantil, no vamos a lograr nada y los chicos no podrán educarse. No puede ser que el Perú, en el siglo XXI, tenga anemia infantil.
Fortalecer y regular a los partidos políticos
La crisis entre los poderes del Estado se acentúa. No hay referentes que sirvan de conciliadores. ¿Qué hacer?
Dialogar. No hay otra solución. Conocí a don Ramiro Prialé, un hombre muy sencillo, que decía “dialogar no es pactar”, su famosa frase. Pero también hay otra: “entre peruanos no podemos ser enemigos, podemos ser adversarios”.
Hay todo el derecho a ser adversarios, pero lo que no podemos permitir son estos enfrentamientos de enemistad entre peruanos. En el país falta un poco más de perdón, de disculparnos entre nosotros. Mi padre, al final de su vida, repetía un dicho que a mí me impactó mucho: “Si quieres ser feliz un rato véngate; pero si quieres ser feliz toda la vida, perdona”. El Perú tiene que pensar en el largo plazo, y entre peruanos tenemos que perdonarnos.
Los partidos políticos ya están estigmatizados. La población no confía en ellos. Los outsiders campean. ¿La democracia está en riesgo?
La institucionalidad en el Perú está en peligro. Cuando veo las elecciones regionales y municipales observo que la mayoría son movimientos realmente pequeños, solamente dos o tres son partidos políticos conformados. Ahí hay un gran problema.
Tiene que existir algún tipo de incentivo para que haya partidos políticos; por supuesto, hay que regularlos y dejarnos de estos movimientos regionales. Sinceramente tenemos que trabajar en la institucionalidad, que nos está faltando.
No descarta candidatura
Usted es considerado un hombre exitoso. ¿Cuál es el secreto?
Haber tenido mucha suerte, y haber nacido en un hogar con unos padres extraordinarios, que me inculcaron valores, que me permitieron educarme y sufragaron los gastos de una educación privada. Y por supuesto, haber tenido la oportunidad también de educarme en el extranjero. Eso no me hace insensible a lo que sucede en nuestro país. Cuánto quisiera que todos los peruanos tengan las oportunidades que mis padres y mi país me dieron.
Usted es sobrino de Víctor Raúl Haya de la Torre. Si el Apra lo propone como candidato presidencial, ¿aceptaría?
Soy un orgulloso sobrino nieto de Víctor Raúl, con quien tuve una tremenda cercanía. La gente no lo relaciona: Haya fue primo hermano de Mercedes de La Torre, mi abuela: ellos nacieron y murieron con seis meses de diferencia. Mi tío Víctor Raúl le decía hermana a mi abuela, y soy testigo de excepción. De los nietos de mi abuela, el más cercano, por razones de química, soy yo.
Yo solo tengo palabras de agradecimiento y admiración a la memoria de Haya de la Torre, pero no tengo vocación de que me estén haciendo candidato para nada.
Pero usted tiene sangre política en la venas, también su abuelo fue vicepresidente de Bustamante y Rivero…
Soy de los que creo, como decía Aristóteles, que “el hombre es un animal político”. Y Haya de la Torre agregaba: “si no es político se queda en lo primero”. Creo que todos hacemos política; esta entrevista es política: es dar opinión. Y considero que una de las cosas que tenemos el derecho y la obligación, todos los peruanos, es de dar una opinión.
Que yo haya sido dos veces presidente de la Confiep, presidente de la Sociedad de Minería, y algunas otras cosas que hemos hecho a nivel cívico, demuestra que todos tenemos la obligación de participar en política. Pero de ahí a participar en política partidaria, en política por algún puesto público… La verdad es que no me atrevo a decir que lo descarto totalmente, porque también sería injusto con mi país y con mi gente. No tengo la intención de hacerlo. Creo que hay otra gente que lo puede hacer mejor que yo.
Muchos ven en usted una esperanza…
Veremos qué pasa el 2021. Nada está dicho. Habrá que ver cómo vienen las cosas.