El mal uso humano del agua es un problema socioambiental, el impacto negativo en el ambiente y en la sociedad, sobre la falta de H2O radica en que el agua que consumimos, despilfarramos y contaminamos es mayor a su capacidad natural de renovarse para esto existen varios esfuerzos a nivel nacional que tratan de reciclar sus sistema de uso de agua, pero aún eso no es suficiente.
Agua potable debe tener: disposición, ser suficiente, salubre y aceptable además de asequible.
¿Pero qué significa el Derecho Humano al Agua?
Para los Constitucionalistas, haciendo nuestra práctica del bloque de constitucionalidad; sabemos que todas las personas gozan derechos reconocidos por la Constitución, tratados Internacionales y así mismo se incluye el principio elemental de interpretación
“Las normas relativas a los derechos humanos se interpretaran conforme a la Constitución y a los tratados internacionales de la misma materia”
Para entender este principio, obliga que los operadores de justicia en general puede resolver los casos que se le presenten utilizando fuentes jurídicas normativas, sin jerarquía ni fronteras.
La observación general número 15 sobre derecho al agua, dado por el Comité DESCA de Naciones Unidas, nos dice lo siguiente:
“Los Estados se comprometen a respetar, proteger garantizar que todas las personas puedan acceder a una cantidad diaria de AGUA mínima e INDISPENSABLE de agua potable a un precio que no ponga en riesgo su economía, para poder beberla preparar la comida, llevar el aseo personal y lavar la ropa”.
Bajo esta premisa es importante recalcar que la falta de agua potable, saneamiento adecuado e higiene, está relacionada a la muerte de millones de personas, principalmente en los países en vías de desarrollo.
El enfoque de la practica constitucional podríamos solicitar que nuestro País cumpla con los mínimos estándares sobre disfrute y gozo del agua potable, pero también nos deja a nosotros como consumidores en tener la responsabilidad del cuidado del agua ¿es necesario que nos la impongan?
El cambio climático, los fenómenos como El Niño, está afectando significativamente la disponibilidad de agua en el Perú. El estrés hídrico se ha convertido en una amenaza creciente, ya que se espera que el fenómeno de El Niño en 2024 cause desequilibrios en los patrones de precipitación, afectando aún más la disponibilidad de agua además tiene graves implicaciones para la salud y el bienestar de la población peruana e impacta negativamente en la agricultura, la economía y la seguridad alimentaria.
Millones de peruanos carecen de acceso adecuado al agua potable y al saneamiento básico, lo que plantea una seria preocupación en términos de derechos humanos y salud pública, se hace necesario realizar un análisis detallado para determinar cuántos litros de agua realmente tiene acceso cada persona en Perú. Lamentablemente, es evidente que más de la mitad de la población no cumple con los estándares básicos, lo que pone de manifiesto la urgente necesidad de mejorar la infraestructura y la distribución del agua potable en todo el país.
Sin agua no es posible la vida y eso compone que la contaminación y futura escasez de agua no es solo un problema singular si no una amenaza a la sobrevivencia de nuestra misma especie.
(*) Abogada especialista en Derecho Ambiental.