La canciller Ana Cecilia Gervasi renunció a su cargo en el Ministerio de Relaciones Exteriores, tras ser fuertemente cuestionada por la frustrada reunión —anunciada por el Gobierno— entre la presidenta de la República, Dina Boluarte, y su homólogo estadounidense Joe Biden. Esto fue considerado por el Congreso como una “papelón internacional”, por lo que algunas bancadas analizaban su censura del cargo.
A través de un oficio enviado a la mandataria, la renunciante canciller expresó su agradecimiento por haber sido designada como titular de Relaciones Exteriores, además de dar cuenta de sus funciones al interior del Palacio de Torre Tagle.
“Luego del golpe de Estado perpetrado el 7 de diciembre del 2022, los retos fueron enormes y concentraron gran parte de los esfuerzos de la Cancillería para resguardar la imagen del Perú en el exterior. Fueron momentos complejos que hemos superado, de manera que hoy el Perú es un país respeto y plenamente integrado en el contexto internacional”, se lee en la misiva.
Gervasi Díaz se mostró dispuesta a colaborar con el Ejecutivo “desde las responsabilidades que me toquen desempeña
Días antes, la canciller pidió presentarse ante de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso para responder por este presunto encuentro que fue anunciado de manera reiterativa por el Gobierno peruano, pero que no estaba contemplado en la agenda oficial del presidente de los Estados Unidos.
Tras su viaje por Estados Unidos, se conoció que la presidenta Dina Boluarte no sostuvo una reunión bilateral con el presidente Joe Biden, a pesar de lo que se mencionó en el oficio presentado al Congreso al solicitar permiso para salir del país. Aunque la Cancillería emitió un comunicado afirmando que el encuentro entre ambos líderes ya había sido confirmado por la Casa Blanca y que no se llevó a cabo debido a problemas de tiempo, la documentación demuestra que dicho encuentro nunca fue acordado.
La invitación extendida por la Casa Blanca a la mandataria se limitó exclusivamente a la Cumbre inaugural de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas, y no se mencionó ninguna reunión privada con el presidente Biden.
Además, la agenda de la Casa Blanca para el 3 de noviembre no incluía una reunión entre el presidente Biden y Boluarte, a diferencia de la preparada para el jueves 2, que registró una reunión con el presidente de Chile, Gabriel Boric. La supuesta reunión bilateral que se informó al público y que sirvió de base para otorgar el permiso de viaje no estaba programada en la agenda del presidente de Estados Unidos.