Todo ocurrió porque ella no se había confesado y no podía darle la Comunión
Un insólito incidente tuvo lugar el pasado 19 de mayo en la Iglesia de Santo Tomás de Aquino en St. Cloud, Florida, cuando un sacerdote mordió la mano de una feligresa durante la Eucaristía dominical. Según informes de medios estadounidenses, el sacerdote Fidel Rodríguez se negó a darle la Comunión a una mujer porque ella no se había confesado, lo que desató una pelea entre ambos.
El incidente comenzó en la misa de la mañana cuando el padre Rodríguez bendijo a la mujer y le aconsejó que «recibiera el sacramento de la Penitencia (confesión) antes de recibir la sagrada Eucaristía», de acuerdo con un comunicado de la Diócesis de Orlando. La mujer regresó para la misa del mediodía y, al acercarse nuevamente para recibir la Comunión, el sacerdote le preguntó si se había confesado. Ella respondió que «no era asunto suyo».
En ese momento, la mujer metió la mano en la bandeja de la Comunión, agarró las hostias y comenzó a romperlas. El padre Rodríguez intentó sujetarla, pero la feligresa se resistió. Durante el forcejeo, la mujer empujó al sacerdote y, en respuesta, él le mordió la mano.
Tras el incidente, la Diócesis de Orlando defendió las acciones del padre Rodríguez. «Si bien la Diócesis de Orlando no tolera altercados físicos como este, de buena fe, el padre Rodríguez simplemente estaba intentando evitar un acto de profanación de la Sagrada Comunión, que, como sacerdote, está obligado a proteger», declararon en un comunicado. La Diócesis enfatizó que la protección de la Eucaristía es una responsabilidad fundamental de los sacerdotes, aunque no aprueban la violencia física.
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El padre Rodríguez admitió lo sucedido a la policía, alegando que actuó en defensa propia. La mujer, por su parte, se negó a recibir atención médica tras el incidente, aunque las autoridades fotografiaron la marca de la mordedura como parte de la investigación.
La policía de St. Cloud ha enviado el caso a la Oficina del Fiscal de Florida, que decidirá si se imponen cargos al sacerdote. Este caso ha generado un debate sobre los límites de la autoridad de los sacerdotes y las medidas apropiadas para proteger los sacramentos en la Iglesia Católica.
El incidente en St. Cloud resalta la tensión que puede surgir en la práctica religiosa cuando se enfrentan la autoridad eclesiástica y las acciones individuales de los feligreses. La negativa del padre Rodríguez a dar la Comunión sin la confesión previa subraya la importancia que la Iglesia Católica otorga a este sacramento, visto como una preparación espiritual esencial.
Este episodio también plantea preguntas sobre la seguridad y la conducta dentro de los lugares de culto. Si bien la Iglesia tiene protocolos para proteger la santidad de la Eucaristía, la violencia nunca es la solución adecuada. La comunidad religiosa y las autoridades deben trabajar juntas para asegurar que la reverencia y el respeto por los sacramentos no conduzcan a confrontaciones físicas.
El incidente de la Iglesia de Santo Tomás de Aquino es un recordatorio de los desafíos que enfrentan las instituciones religiosas al equilibrar la devoción y la disciplina con la necesidad de manejar conflictos de manera pacífica y respetuosa. La decisión de la Oficina del Fiscal de Florida será crucial para determinar las consecuencias legales de este inusual y controvertido evento.