La copia anticipada del último informe del Secretario General de la ONU al Consejo de Seguridad sobre el Sáhara acusó al Polisario de obstaculizar el proceso político para alcanzar una solución política, duradera y mutuamente aceptable, en particular por sus violaciones de las resoluciones 2414 y 2440 del Consejo de Seguridad y del acuerdo militar N°1.
Estas resoluciones, adoptadas en abril y octubre de 2018 respectivamente, habían ordenado al Polisario que abandonara inmediatamente la zona tampón de Guergerat y que no construyera ni trasladara ningún edificio o estructura al este del dispositivo de defensa en el Sáhara Occidental.
Además, el Secretario General informó a los miembros del Consejo de Seguridad, por primera vez, de que las imágenes satelitales proporcionadas a las Naciones Unidas por Marruecos permitieron a la MINURSO identificar y confirmar nuevas violaciones, especialmente la construcción de diversos edificios al este del dispositivo de defensa, en violación clara de las resoluciones 2414 y 2440.
Guterres advirtió igualmente al Polisario sobre el gran riesgo de tensiones en la región, provocado por ejercicios militares del Polisario en la zona restringida en el Sáhara Occidental.
El Secretario General informó igualmente al Consejo de Seguridad de que el Polisario sigue obstaculizando la libertad de movimiento de los observadores militares de la MINURSO, cuyas patrullas al este del dispositivo de defensa ya están limitadas por la inseguridad que prevalece allí.
Al mismo tiempo, Guterres arrojó la luz sobre las varias manifestaciones que se han organizado contra la dirección del Polisario, incluidas las que piden que se aclare el caso de Khalil Ahmed, desaparecido en Argelia en 2009, así como las restricciones a la adquisición de los bienes.
Desde hace varios meses, cientos de personas protestan en los campamentos de Tinduf, en Argelia, contra los responsables del Polisario para instarles a revelar toda la verdad sobre el caso de Ahmed Khalil, desaparecido en Argelia en circunstancias desconocidas, cuando estaba a punto de poner al descubierto las graves violaciones de los Derechos Humanos, cometidas por los dirigentes del Polisario en Tinduf, con el beneplácito de los responsables argelinos.
Por otra parte, el Secretario General da la voz de alarma sobre la deplorable situación humanitaria en los campamentos de Tinduf. De hecho, la ausencia de un censo, exigido por el Consejo de Seguridad desde 2011, y el desvío de la ayuda humanitaria, denunciado por la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) y otras organizaciones de las Naciones Unidas e independientes, perpetúa esta situación alarmante y preocupante, así como el destino de la población de los campamentos de Tinduf, en Argelia, privada de sus derechos más básicos durante más de cuatro décadas.
Asimismo, Guterres ordenó al Polisario reunirse con los funcionarios de la MINURSO en Rabuni, en Argelia, y no al este del dispositivo de defensa en el Sáhara Occidental.
Guterres indica en el citado informe que las reuniones entre los dirigentes del Polisario y de la MINURSO no se reanudaron en Rabuni, en Argelia, conforme a la práctica establecida desde la creación de la MINURSO. El Secretario General lamenta, por tanto, que el Polisario todavía no haya respetado su anterior petición en este sentido.
Al adoptar esta posición, Guterres socava las alegaciones del Polisario sobre un supuesto control al este del dispositivo de defensa en el Sáhara Occidental.
Finalmente, el Secretario General de la ONU pone a los miembros del Consejo de Seguridad como testigos contra el chantaje las maniobras del Polisario hacia los componentes civil y militar de la MINURSO y hacia la comunidad internacional.
Tensión en los campamentos de Tindúf, Argelia:
Por otro lado, no menos de 450 residentes de Tindúf observaron, el miércoles 03 de abril, un plantón frente a la sede del llamado Ministerio del Interior saharaui, para protestar contra el endurecimiento por parte del sector militar argelino de las medidas restrictivas de las movilizaciones en la zona extramural.
Esta restricción securitaria se ha fortalecido drásticamente después de las últimas deserciones registradas en las filas del Polisario a favor de Marruecos.
El 18 de marzo, un oficial del Frente Polisario, se ha entregado a las Fuerzas Armadas marroquíes. Ocho días después, no menos de 12 miembros del mismo Frente Polisario huyeron a Marruecos.
Por temor a una hemorragia causada por deserciones, los servicios argelinos, apoyados por el Frente Polisario, fortalecieron el asedio alrededor de los campos, privando a la población de cualquier libertad de movimiento fuera de los campamentos que califican como una cárcel a cielo abierto.
