Por: Carlos Linares Huaringa
Twitter: @carloslinaresh
Fueron cuatro las vidas que una niña piurana fallecida, de tan solo 9 años, salvó la semana pasada al donarles su corazón, hígado y riñones.
Una absoluta muestra de amor y desprendimiento de los padres, quienes en medio de su dolor y tragedia autorizaron el trasplante de los órganos de su hijita, permitiendo que otros pacientes menores de edad pudiesen poner fin a una larga espera.
De acuerdo con información oficial, en el país hay más de 12 mil personas que requieren el trasplante de un órgano o tejido.
Una cifra preocupante si se tiene en cuenta que el índice actual de donación es de 2.3 por millón de habitantes. Este indicador ubica a Perú por debajo de la mayoría de países de América Latina, donde, por ejemplo, Uruguay tiene 16, Argentina 15, Chile 6, Brasil 8 y Colombia 12 donantes por cada millón de habitantes al año.
EsSalud detalla que diariamente fallecen entre 1 a 2 pacientes en espera de un trasplante, mientras que RENIEC precisa que el 70% de la población no registra su voluntad de ser donante en su documento de identidad.
Estos indicadores hacen realmente importante que la ciudadanía tome conciencia sobre el impacto que este tipo de decisiones puede tener en los demás. Para mayor detalle: de acuerdo con el Ministerio de Salud, un donante de órganos puede llegar a salvar hasta diez vidas.
Es cierto que las campañas de sensibilización han contribuido a mejorar, aunque mínimamente, los índices de donación respecto a años anteriores, pero debemos aspirar a mucho más.
Se debe incentivar una cultura de donación y brindar mayor información al respecto, y los medios de comunicación debemos contribuir a ese objetivo. Solo así se podrá cambiar la percepción de muchas familias que se niegan a autorizar trasplantes pese a que el fallecido declaró en vida su voluntad de donar.
Finalmente, debe destacarse el protocolo establecido para este tipo de casos y la rápida coordinación y reacción de las instituciones involucradas.
En el caso puntual de la niña piurana nos referimos al Minsa, EsSalud, Ministerios de Defensa e Interior y las aerolíneas comerciales LATAM y AVIANCA.
Esto es fundamental si se tiene en cuenta que, señala el Minsa, los órganos donados tienen un tiempo límite antes de ser trasplantados. Por ejemplo: el corazón 4 horas, el hígado y páncreas entre 8 y 17 horas, pulmones 4 horas, y riñones entre 18 y 36 horas.
Mejoremos los indicadores y sigamos salvando vidas.