Más de 1800 sentenciados en libertad participaron en una jornada nacional de limpieza organizada por el INPE, con acciones en 26 ciudades para contribuir al cuidado del medio ambiente y el patrimonio cultural.
Más de 1800 personas sentenciadas en libertad en Perú se unieron en la Tercera Mega Campaña de Limpieza, una iniciativa que promueve la restauración ambiental y cultural del país. Organizada por el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), esta campaña buscó generar un impacto positivo mediante el trabajo comunitario de los sentenciados, quienes colaboraron en la conservación de espacios naturales y zonas patrimoniales de alto valor.
Bajo el lema “Intégrate a tu comunidad, servicio que une, trabajo que restaura”, la actividad se desarrolló en 26 ciudades del país. Entre las áreas más emblemáticas beneficiadas estuvo el Área de Conservación Nacional Huaytapallana, en Junín, donde 100 sentenciados realizaron labores de limpieza en puntos clave como la laguna Carhuacocha y la zona Virgen de las Nieves, apoyados por el Gobierno Regional de Junín y la Municipalidad de Huancayo, que proporcionaron materiales necesarios para la tarea.
La campaña también alcanzó sitios históricos y turísticos como el Parque Arqueológico de Sacsayhuamán, en Cusco, donde un grupo de 100 sentenciados colaboró en la recolección de residuos para proteger la integridad del lugar, uno de los más visitados del país. En la Reserva Natural del Lago Titicaca, en Puno, también se realizaron jornadas de limpieza, reforzando la calidad ambiental para la comunidad y los visitantes de este importante ecosistema.
Lima fue otra de las ciudades donde la participación fue notable, con 150 sentenciados que se dedicaron al cuidado de los pantanos de Villa, un área crucial para el equilibrio ecológico de la zona. El INPE resaltó la importancia de preservar estos humedales, vitales para el ecosistema limeño, y agradeció la colaboración de los sentenciados en su mantenimiento.
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Otros puntos de interés, como el Centro Arqueológico de Huaca Rajada en Lambayeque y el Puerto Turístico de Belén en Iquitos, recibieron el apoyo de los sentenciados en labores de limpieza y mantenimiento. Asimismo, en Huánuco, 40 sentenciados participaron en un proyecto de reforestación en Conchamarca, con el objetivo de recuperar áreas verdes y promover la conservación ambiental.
El INPE destacó que estas actividades no solo ayudan a preservar los recursos naturales y culturales, sino que también brindan una oportunidad para que los sentenciados se reintegren a la sociedad de forma constructiva. «Este tipo de iniciativas fortalece los lazos con la comunidad y facilita el proceso de rehabilitación social de los involucrados», afirmó la institución, que continúa promoviendo proyectos para crear un impacto positivo en el entorno y en la vida de los sentenciados.