En el centro de Caracas, una centena de empleados dependientes del Gobierno se manifestaron a las puertas del Ministerio de Educación
Cientos de simpatizantes del presidente venezolano Nicolás Maduro protestaron hoy, como lo hicieran hace un año, en demanda del cumplimiento de la promesa que les hiciera el mandatario de entregarles perniles (jamones), un alimento tradicional en las celebraciones de Navidad y Año Nuevo en el país suramericano.
En el centro de Caracas, una centena de empleados dependientes del Gobierno se manifestaron a las puertas del Ministerio de Educación para exigir lo que llamaron el «combo navideño», que según los protestantes incluye bonificaciones, regalos para niños y los jamones.
En tanto que en el barrio pobre de Petare, un bastión del chavismo, que gobierna desde 1999, los manifestantes pidieron, además del pernil, la normalización de los servicios públicos, cuya pésima prestación es otra expresión de la severa crisis económica que atraviesa Venezuela.