Delincuentes forcejearon la puerta del establecimiento donde más de 50 personas reciben alimento diariamente
Un grupo de delincuentes irrumpió en la sede de la olla común 27 de enero, ubicada en San Juan de Lurigancho, y cometió un robo que ha dejado a más de 50 personas necesitadas sin acceso a alimentos esenciales.
Los delincuentes utilizaron un cincel para forzar la entrada de la vivienda donde operaba la olla común y se apoderaron de valiosos recursos, incluyendo dos balones de gas recién adquiridos, cestas de huevos donados, y otros utensilios que las mujeres que dirigen la olla común utilizaban para preparar las comidas.
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Georgina Salazar, una representante de la olla común, lamentó la pérdida de estos recursos esenciales para su labor caritativa. «Nos robaron 2 balones de gas que habíamos canjeado el domingo, sellados y llenos, así como dos canastas de huevos que nos habían donado», declaró.
Se encontró en el lugar la herramienta que los delincuentes utilizaron para forzar la entrada, así como un par de zapatillas que dejaron atrás.
Las líderes de la olla común 27 de enero están pidiendo una mayor seguridad en el área de San Hilarión y un mayor resguardo policial. A pesar de haber presentado una denuncia por el robo en la comisaría local, no sintieron que recibieron la atención adecuada por parte de las autoridades policiales.
Este asalto representa la primera vez que su organización ha sido objeto de un robo de esta magnitud, y su principal preocupación es que la mayoría de los recursos robados eran prestados. Las líderes de la olla común solicitan apoyo económico y cualquier tipo de donación para poder seguir brindando alimentos a las familias necesitadas, especialmente niños y adultos mayores.