La actriz peruana Stephanie Cayo y el intérprete español Maxi Iglesias protagonizan “Hasta que nos volvamos a encontrar”, cinta dirigida por Bruno Ascenzo.
La primera película peruana original de Netflix titulada “Hasta que nos volvamos a encontrar” se estrenó el 18 de marzo en la plataforma digital de streaming. Cusco, Puno y Paracas fueron los escenarios que presenciaron esta historia de amor protagonizada por Stephanie Cayo y Maxi Iglesias. Esta cinta nos cuenta sobre dos personas completamente diferentes que se conocen por accidente en Cusco, uno de los destinos turísticos más famosos de nuestro país.
En una entrevista con La Razón, los protagonistas de este proyecto nos cuentan sobre cómo fue su experiencia al trabajar en esta cinta, además, sobre el reto que tuvieron al grabar en medio de la pandemia.
¿Cuál fue su reacción cuando recibieron el guion de la película?
Maxi: Yo dije: “Tengo que hacer esta película”, me encantó. Justo esa semana me había hablado una amiga que estaba de viaje en Perú, me dijo que tenía que venir aquí, porque sabe que amo viajar. Pensé que ojalá el motivo de visitar el país sea con una película. Me llegó el guion, lo devoré, me dijeron que tenía que hacer casting y desde ese momento supe que tenía que hacerla.
¿Qué expectativas tienen para el estreno?
Stephanie: Creo que la gente se va a sorprender, espero que se dejen sorprender y que estén atentos a la película, a las frases importantes que se dicen y al significado que yo creo que lo van a sentir. Es una historia de amor pero es un viaje de dos personas que tienen mucha química, que se conectan, son fuerzas opuestas, aprenden a respetarse y aceptarse con sus diferencias que es lo que deberíamos de hacer todos. A través de estos lugares espectaculares de nuestra tierra, así que ojalá podamos enamorarnos o reconectarnos un poquito más de nuestro Perú.
¿Cómo fue su experiencia trabajando con Bruno Ascenzo y el resto del elenco?
Stephanie: Con Bruno, imagínate, somos amigos de toda la vida y nunca nos dejamos de ver, ni de estar en contacto. Lo que pasa es que ahora fue una experiencia diferente porque estamos más maduros viéndonos en el set, con estrés, trabajo, preocupaciones, pero también con hermandad y esta amistad tan grande que era más que un director, era un amigo que podía entrar a mi cuarto y contarle todas las cosas que me pasaban porque estaba con todas las emociones encima.
¿Consideran que con esta película se puedan abrir más oportunidades para que la industria del cine peruano pueda expandirse?
Stephanie: Claro que sí, esta es una gran oportunidad para que nos vean en el extranjero, sobre todo para que nosotros mismos veamos lo que podemos hacer y reconectemos con esa sensibilidad que a veces se nos va o se nos pierde.
¿Existen algunas características con las que se identifiquen con sus personajes?
Stephanie: Yo soy un alma libre en el sentido que me gusta viajar, las diferentes culturas, aprender, abrir debate y tengo mucha sed de ver más. No solamente de pasear, sino realmente quedarme y vivir situaciones nuevas para mí. Por eso me gusta mucho mi trabajo porque me pongo en los zapatos de diferentes personas, he vivido en ciudades diferentes y me encanta. Creo que me va muy bien con el desarraigo, esto es algo que mi personaje tiene y no es fácil de llevar.
¿Tuvieron inconvenientes al grabar la película debido a la pandemia?
Maxi: No, al contrario. En todo caso es un privilegio y una oportunidad porque habían muchos ámbitos, al menos en mi país, creo que en Perú también, que se tuvo que parar la maquinaria. El hecho de que con cuidado, las medidas de protección necesarias y los métodos de prevención en la producción fueron indispensables, esto igual fue una oportunidad. Nos encanta nuestro trabajo, al vernos ahí era un regalo y aún más sabiendo que había muchísima gente que dedicándose a otras cosas no podían estar haciendo lo que más les gustaba o incluso para llegar a fin de mes.
A parte de la historia, algo importante de destacar es en la película son las tomas de los paisajes, ¿creen que la producción cautive a los ojos del público exterior?
Stephanie: Claro, es un viaje por unos lugares espectaculares. Estamos en Puno, Cusco, Paracas, en el Salcantay que es un nevado que nadie ha ido a filmar en ese lugar, entonces esta es una gran oportunidad para que otras producciones internacionales puedan ver estas locaciones tan hermosas y tomarnos en cuenta como a nivel de producción, creativo y también de talento.