El delantero del Barcelona, Luis Suárez, reveló que lloró una vez que directivos del elenco blaugrana le manifestaron que lo querían en el equipo a pesar de haber mordido a Giorgio Chiellini, en el Mundial Brasil 2014.
“Se me pasó por la cabeza que por el mordisco a Chiellini se podía romper mi sueño de venir al Barza. Sin embargo, luego me dijeron que ellos me querían igualmente. No tengo problemas en decir que lloré por el hecho de que me siguieran aceptando”.