Al no ser diagnosticados en edad temprana, podrían desarrollar traumas, depresión, estrés crónico, entre otras enfermedades, por encima de su superdotación intelectual.
Al menos en Perú, se estima alrededor de 600.000 personas con superdotación intelectual, esto quiere decir que su CI (coeficiente intelectual) excede en 130 puntos en la escala de Wechler. Sin embargo, no tenemos conocimiento sobre sus actividades comunes, quizá deducimos que la mayoría de ellos debería estar trabajando en la NASA. Nada más alejado de la realidad, aquel individuo que no sea detectado de infante, tiende a desarrollar solo problemas psicológicos de adulto, y en lo absoluto su potencial.
Los superdotados son personas con un exagerado sentido de justicia (casi rodeando lo radical), perfeccionistas por excelencia, creativos, entienden con demasiada rapidez, además de ser innovadores. Sin embargo presentan como todo exceso, diversos problemas, ya sean hipersensibilidad, baja tolerancia a sus pares etarios, esto parte de su dificultad para socializar, exceso de energía, depresión, trastorno del sueño, tendencias suicidas, entre otros. Por este motivo, es necesario detectar a edad temprana estos casos excepcionales.
Lamentablemente en Perú estamos lejos de un diagnóstico acertado, los especialistas tienden a fallar en nuestro país, detectando así otros problemas como, psicopatía, sociopatía, bipolaridad, TDAH, etc. En gran medida esto se debe al desconocimiento y leve apoyo del gobierno para organizar y gestionar programas especializados en favor del aprendizaje especial para personas con superdotación intelectual.
Cabe precisar que, en Perú se continúan acomodando nuevas organizaciones en favor de las personas superdotadas intelectualmente, como lo es Mensa Perú y Asociación de Superdotados Perú.