Hoy se inaugura la exposición del reconocido artista Rodrigo Zúñiga
En el imaginario colectivo, la piedra como material nos remite a firmeza y estabilidad; aun cuando su forma señale múltiples tránsitos y transformaciones. Mirar una piedra en su entorno nos puede revelar mucho de la historia particular de nuestro mundo, en especial aquello que ocurrió cuando nuestra especie no era la principal causante de los cambios físicos del planeta. Sin embargo, la piedra no es solo un testigo pasivo de nuestro desarrollo, sino un material activo en la constitución de nuestras culturas. A lo largo del tiempo, la humanidad ha mantenido un constate diálogo con este material, interacción que nos ha llevado a verla como un mero recurso del que podemos disponer para continuar levantando estructuras, trazando caminos, cerrando espacios, etc.
En esta exhibición, el artista Rodrigo Zúñiga nos trae una forma especial de interactuar con la piedra, una que busca reconocer en ella su máxima docilidad. Así, en sus esculturas, la piedra recibe un tejido que es reflejo del cuerpo y retrato de la humanidad.
Zúñiga establece un diálogo transparente con cada piedra, proponiendo para ellas un diseño que interviene su forma sin alterar del todo la estructura original, dejando así un claro mensaje de complicidad.
Estas obras son resultado de doce años de trabajo y experimentación, tiempo en el que Rodrigo Zúñiga ha ido perfeccionando la técnica de intervención fina sobre la piedra, para lograr en ella formas frágiles que parecen hebras de un tejido orgánico.
Carlos Zevallos Trigoso
CURADOR
Sobre Rodrigo:
Escultor autodidacta cuya obra intenta enfocar los laberintos emocionales que entraña el ser humano dentro y fuera de él. Habiendo experimentado con diversos materiales, con la piedra descubrió una forma de lenguaje, al sufrir del Síndrome de Tourette (trastorno neurológico caracterizado por movimientos y sonidos involuntarios que se incrementan en situaciones de estrés)