Operativo en EE. UU. desmantela red de trata vinculada al Tren de Aragua.
El general Aldo Ávila Novoa, jefe de la Dirección Contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes de la PNP, aseguró recientemente que el Tren de Aragua fue desarticulado en Perú. Sin embargo, la banda sigue operando en varias zonas de Lima, manteniendo su control en actividades ilícitas. En una reciente entrevista, Ávila Novoa comentó que la banda tiene una notable capacidad de adaptación y negociación, lo que les ha permitido expandir su influencia en territorio peruano desde su mapeo en 2017, coincidiendo con el aumento de la migración venezolana en 2018. Según el general, el grupo ha logrado infiltrar varias plazas de venta y explotación ilícita en Lima, siendo los puntos más mencionados: la Plaza 2 de Mayo, los alrededores de Mall del Sur, Canta Callao y Lince.
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A pesar de los esfuerzos de la policía, testimonios desde el mundo del crimen revelan que la banda sigue controlando importantes sectores de la economía ilícita en la capital peruana. Videos difundidos en redes sociales muestran a miembros del Tren de Aragua desafiando a las autoridades y reafirmando su control sobre varias zonas de la ciudad. Además, se destaca la competencia con otras bandas, como «Los Antitren«, una organización que opera principalmente en extorsiones a empresas de transporte. Los miembros de esta banda imponen pagos a los conductores para evitar problemas, utilizando la violencia y las amenazas.
El Tren de Aragua no se limita a Perú. La organización ha logrado expandirse por varios países de América Latina, con presencia confirmada en Ecuador, Chile, Colombia, Brasil, Panamá, Costa Rica, y España. Además, su impacto ha llegado a Estados Unidos, donde un operativo reciente llevó a la acusación de ocho ciudadanos venezolanos involucrados en una red de trata de personas. Esta operación criminal, según el Departamento de Justicia de EE. UU., consistía en el reclutamiento de mujeres jóvenes en situación de vulnerabilidad para explotarlas sexualmente, creándoles una deuda ficticia que debían pagar mediante comercio sexual.