Donald Trump, presidente de Estados Unidos, afirmó que la operación que culminó con la muerte del líder militar iraní Qassem Soleimani, fue parte de un plan para detener una guerra y no para iniciarla.
“Tomamos medidas para detener una guerra.Tengo un profundo respeto por el pueblo iraní».
El presidente de Estados Unidos tuiteó una bandera de Estados Unidos, sin texto, minutos antes de que el Pentágono confirmara que la operación contra el aeropuerto de Bagdad (Irak) fue ordenada por el mandatario y tenía como objetivo acabar con la vida del general Qasem Soleimaní. Informó que fue con un ataque con dron dirigido que acabaron con la vida del encargado de las operaciones fuera de Irán de Guardianes de la Revolución iraní. Justamente Soleimaní regresaba de un viaje por Siria, en donde muchas veces había estado supervisando a las milicias respaldadas por Teherán.
Trump declaró además que, «el general Qasem Soleimani ha matado a miles de estadounidenses durante un largo periodo y tramaba matar a muchos más (…) Era directa e indirectamente responsable de la muerte de millones de personas, debió haber sido eliminado hace muchos años”. Y agregó un mensaje que despertó tanta polémica como el ataque. «Irán nunca ganó una guerra, pero jamàs perdió una negociación”, en referencia a los múltiples tratados adelantados en Teherán y ampliamente criticados por EE.UU.
El Congreso es el único que tiene poder para declarar la guerra; pero el Gobierno de Trump ha esgrimido que las operaciones militares puntuales, como el ataque contra Soleimaní, son legales y entran dentro de los poderes que la Constitución otorga al presidente como comandante en jefe.