Por Andiolo Zevallos
Corea del Norte e Irán, productores de armas nucleares y reacios a someterse a la supremacía de los Estados Unidos y sus aliados; han advertido que Donald Trump, no está siendo cauto y/o diplomático para mover sus fichas en el tablero estratégico mundial.
Corea del Norte ha dicho que EE.UU. está «provocando» a Pyongyang al sugerir que las sanciones contra el país no serán retiradas hasta que abandone sus armas nucleares. Washington «no debería malinterpretar como debilidad» la voluntad pacifista de Kim Jong-un, y que «no sería propicio» continuar con su «presión y amenazas militares».
Irán, por su parte ha dicho que: «Cuando se trata de armas y de defender su país, no negocia con nadie». Su presidente, Hassan Rouhani, dijo a los Estados Unidos, que abandonar el pacto nuclear sería un «error histórico» y que ante «cualquier decisión de Donald Trump», su país sabrá responder.
En una semana, Donald Trump decidirá si continúan suspendidas o no las sanciones contra Irán, condicionada a que este reduzca sus reservas de uranio, insumo para producir armas nucleares. EE.UU. vas más allá y lo califica como el mayor patrocinador del terrorismo en el mundo.
Corea del Norte ha señalado que, Kim Jong-un está preparado para reunirse con Donald Trump; está «comprometido con la desnuclearización»; paralizará todas las pruebas nucleares y de misiles.
Sin embargo, la sanción económica del Consejo de Seguridad de la ONU, impulsada por los EE.UU. seguirá vigente, considerada como la «más dura hasta la fecha» con una restricción de casi el 90 % del suministro de productos refinados del petróleo a Corea del Norte.
Por lo pronto, Corea del Norte está cercado por 81, 200 efectivos militares; 27,250 miembros de los ejércitos; 33,200 marinos y 20,750 aviadores de EE.UU, Japón y Corea del Sur, sin contar los aviones, buques, submarinos y portaviones desplazados en la península.
El encuentro entre ambos líderes se realizaría tras un año de fuertes tensiones entre Corea del Norte y EE.UU., en el que Kim Jong-un, hizo gala de su capacidad nuclear y lanzó misiles de largo alcance, como prueba de su poder.
No se sabe aún, ni la fecha ni el lugar dónde se realizará la cumbre. EE.UU. busca debilitar a Correa del Norte, y este, dice que «Estados Unidos está provocando de manera deliberada, en un momento en que la situación en la península se encamina hacia la paz y la reconciliación, entre el Norte y el Sur».
Mayo es un mes complicado para EE.UU. Aparentemente, ni Corea del Norte, ni Irán, están dispuestos a tirar la toalla y rendirse fácilmente.