Durante su primera entrevista tras derrotar a Kamala Harris, el republicano indicó que se llevará a cabo una «deportación masiva» de inmigrantes ilegales en el país.
Donald Trump, se manifestó por primera vez tras el triunfo electoral e insistió en la seguridad fronteriza y el control de la inmigración como pilares de su gobierno, tal y como lo había sugerido durante su campaña. Asimismo, describió su regreso a la Casa Blanca como una oportunidad “para traer el sentido común” de vuelta a Estados Unidos.
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Mediante una entrevista, Trump aseguró que una de sus primeras medidas al asumir oficialmente en el máximo cargo ejecutivo, será trabajar para que la frontera sea “fuerte y poderosa” y para detener el ingreso irregular de personas en el país, sin embargo, precisó que ello no significará una prohibición de acceso a las miles de personas que buscan llegar al territorio de forma legal.
“Obviamente, tenemos que hacer la frontera fuerte y poderosa, y -al mismo tiempo- queremos que la gente venga a nuestro país. Yo no soy de los que dicen ‘No, no puedes entrar’. Queremos que la gente entre”, manifestó el político.
Asimismo, Trump mencionó que no tendrá “más remedio” que ordenar una campaña de deportaciones masivas, con el objetico de reorganizar esta situación a nivel interino. Cabe precisar, que la promesa que lleva vigente desde los meses de su campaña, el cual promete ser “el mayor esfuerzo” en la materia “en la historia estadounidense”, podría amenazar la permanencia de unos 18 millones de inmigrantes indocumentados.