La central de Zaporiyia, la más grande de Europa, fue objeto de nuevos ataques áereos.
Las tropas ucranianas atacaron el sábado nuevamente la ciudad de Energodar y la central nuclear de Zaporiyia, la más grande Europa, denunció el portavoz de la administración regional, Vladímir Rógov, creando la posibilidad de una catástrofe nuclear que podría afectar a varios países europeos.
«Energodar y la central nuclear de Zaporiyia están nuevamente bajo el fuego de los combatientes de [Volódimir] Zelenski. Según testigos, en la ciudad se escuchan nuevamente explosiones. Los proyectiles cayeron en el área de la ribera del río Dniéper y de la central nuclear», escribió el funcionario en su canal de Telegram.
El 12 de agosto, el presidente de la Duma rusa (Cámara Baja del Parlamento ruso), Viacheslav Volodin, alertó que los bombardeos a la central de Zaporiyia pueden provocar una catástrofe nuclear y que la responsabilidad por sus consecuencias recaerá sobre EEUU, el régimen de Kiev y los dirigentes de la UE, que no tomaron medidas para impedirla.
La central de Zaporiyia se encuentra cerca de la ciudad ucraniana de Energodar. Cuenta con seis reactores de agua presurizada del modelo VVER-1000 y tiene una capacidad total de 6.000 MW. La central está bajo el control de las Fuerzas Armadas de Rusia desde marzo pasado.
Los bombardeos ucranianos se hicieron más frecuentes desde el 5 de agosto. El día 11, el jefe del Centro Nacional de Gestión de la Defensa de Rusia, Mijaíl Mízintsev, declaró que la artillería ucraniana abrió fuego contra la central desde la localidad de Nikopol, dañando en parte la central térmica y los equipos del sistema de enfriamiento de los reactores nucleares.