Este nuevo capítulo de ataques se produce mientras Ucrania se prepara para un invierno difícil, con gran parte de su capacidad energética destruida por Rusia
Ucrania lanzó un ataque con drones contra la fábrica rusa de explosivos Sverdlov, ubicada en Dzerzhinsk, a las afueras de Nizhny Novgorod, a unos 750 kilómetros de la frontera. Este ataque, que forma parte de los esfuerzos continuos de Kiev por golpear infraestructuras clave rusas, fue confirmado por los servicios de seguridad ucranianos (SBU). Sin embargo, las autoridades rusas afirmaron que lograron frustrar el ataque utilizando defensas aéreas y medios de guerra electrónica. Aunque cuatro bomberos resultaron heridos por metralla, el impacto en la capacidad de producción de la fábrica no ha sido confirmado por Ucrania.
La fábrica de Sverdlov, sancionada por Estados Unidos y la Unión Europea por su importancia en la producción de explosivos militares, es uno de los principales objetivos estratégicos. Imágenes en redes sociales mostraron explosiones y drones derribados por las defensas rusas.
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Por otro lado, Rusia derribó 110 drones ucranianos durante la noche, en el que fue el mayor intento de bombardeo aéreo en semanas. Mientras tanto, las fuerzas rusas lanzaron una serie de ataques en Ucrania, afectando zonas residenciales en Kryvyi Rig, donde 17 personas resultaron heridas, y una instalación de energía en la región de Sumy, dejando sin electricidad a más de 37,000 usuarios.
El presidente ruso, Vladimir Putin, se reunirá esta semana en Kazán con los líderes de China, Brasil y Turquía en la cumbre de los BRICS, lo que marca la mayor reunión de aliados de Rusia desde el inicio de la invasión en 2022.