Pero se estrelló a 20 kms. Al este del polígono de Rudnevo, en Moscú
Los servicios de seguridad ucranianos intentaron asesinar con un dron kamikaze al presidente ruso, Vladímir Putin, reportó este jueves el diario alemán Bild.
Según el periódico, el dron UJ-22 transportaba 30 bloques explosivos C4 con un peso total de 17 kilogramos, pero se estrelló a 20 kilómetros al este del polígono industrial de Rudnevo en la provincia de Moscú.
Lee también:
Crean «Grupo de Apoyo a la Iniciativa Marroquí de Autonomía» en el Sahara en el Congreso peruano
Bild escribe, citando un tuit del activista ucraniano Yuri Romanenko, que los servicios de inteligencia de Kiev recibieron información sobre la visita de Putin a Rudnevo y por eso enviaron el dron.
Además, el periodista ruso Pável Zarubin había comunicado el pasado fin semana que el presidente ruso visitaría a la brevedad la zona industrial.
El pasado lunes las fuerzas de seguridad rusas informaron del hallazgo de un dron cargado con explosivos en un bosque cercano a una zona residencial rural en la provincia de Moscú.
El vehículo aéreo no tripulado fue encontrado en el distrito de Bogorodski, no lejos de la localidad de Zaria. Se ha determinado que el dron, descubierto por una residente de la zona, es de fabricación ucraniana.
Por su parte, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, afirmó que el Kremlin no estaba al corriente de esos informes. «No, no estamos familiarizados con estas publicaciones. Ahora hay todo tipo de ‘fabricaciones amarillas’ como esta. No hay por qué estar familiarizado con todo ello», declaró.
Singapur ejecutó a narco por tráfico de un kg.de marihuana
El Poder Judicial ejecutó el miércoles en la horca a un preso condenado por traficar con un kilogramo de marihuana, a pesar de que la ONU pidió detenerla condena por dudas sobre las garantías del proceso judicial. La ejecución fue calificada de “escandalosa” por organizaciones de derechos humanos.
El singapurense de origen tamil, Tangaraju fue ahorcado en la prisión de Changi, tras haber sido condenado a muerte en 2018 por “ser cómplice en una conspiración para traficar” con un kilo de marihuana de Malasia a Singapur cinco años antes.