Primera acción con ATACMS en territorio ruso genera tensiones internacionales
Ucrania empleó por primera vez los misiles de largo alcance ATACMS, de fabricación estadounidense, en un ataque dirigido a la región rusa de Bryansk, según informes de medios estatales rusos que citaron al Ministerio de Defensa. Este hecho ocurre tras la autorización de la administración Biden para que Kyiv utilice este sistema de armas avanzadas contra objetivos dentro de Rusia.
El ataque, que se registró en las primeras horas del martes, involucró el lanzamiento de seis misiles balísticos hacia una instalación en Bryansk, detallaron las autoridades rusas. «Se utilizaron misiles tácticos ATACMS, confirmados como de origen estadounidense», señaló un portavoz del Ministerio de Defensa ruso.
De acuerdo con el informe, las defensas antiaéreas rusas interceptaron cinco de los proyectiles, mientras que el sexto misil, aunque dañado, impactó parcialmente en el territorio de una instalación militar, provocando un incendio que fue controlado sin reportar víctimas ni daños significativos.
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Este es el primer uso documentado de los misiles ATACMS por parte de Ucrania dentro del territorio ruso, lo que supone una escalada significativa en el conflicto. Los ATACMS son conocidos por su capacidad para alcanzar objetivos a largas distancias con gran precisión, lo que les otorga un papel estratégico en operaciones ofensivas.
Por su parte, Kyiv no ha emitido declaraciones oficiales respecto al ataque, mientras que el gobierno ruso condena la acción, considerándola una provocación directa facilitada por Estados Unidos. Este movimiento podría influir en las relaciones diplomáticas internacionales, aumentando la tensión en la región y la presión sobre los aliados occidentales de Ucrania.
La decisión de Washington de suministrar armas de mayor alcance a Ucrania fue vista como un apoyo crucial para su defensa frente a las fuerzas rusas, pero también como un paso arriesgado que podría provocar represalias o un aumento en la intensidad del conflicto.
Este evento resalta la complejidad y el alcance internacional del conflicto en curso, que continúa redefiniendo las dinámicas geopolíticas en Europa del Este. La situación sigue en desarrollo, mientras se espera una reacción más amplia tanto de Ucrania como de la comunidad internacional.
