Por Martin Valdivia
¿Se han puesto a pensar qué pasará luego que se cumpla el plazo de dos años que da la SUNEDU a las universidades que no fueron licenciadas y cuyos alumnos tendrán que buscar nuevos horizontes académicos al cesar sus estudios? Así es, según esta institución las universidades que no obtengan el licenciamiento tendrán un periodo de dos años para que sus alumnos sigan estudiando y, luego de este proceso, trasladarse a otro centro de estudios.
A la fecha son ocho las universidades que no han logrado pasar la valla estricta del licenciamiento, que no es otra cosa que un procedimiento que consiste en verificar condiciones básicas de calidad en la educación superior universitaria que reciben nuestros jóvenes.
A saber, son: Universidad Peruana de Arte Orval, Universidad Peruana de Integración Global (UPIG), Universidad Peruana de Investigación y Negocios (UPEIN), Universidad de Lambayeque (UDL), Universidad Marítima del Perú (UMP), Universidad Peruana Simón Bolívar (UPSB), Universidad Sergio Bernales (UPSB) y, finalmente, Universidad Peruana Telesup. Todas ellas con miles de alumnos que no se sabe cómo podrán continuar con sus estudios superiores.
Y aquí vale una reflexión: Quiénes cursen los últimos años académicos, ¿podrán validar sus estudios frente a la SUNEDU? Y, segundo, ¿qué pasará con los alumnos de los primeros ciclos que tienen todavía más años por delante para estudiar?
Ambas preguntas son válidas. La primera porque atañe al futuro del profesional que estudió cinco años, está próximo a recibirse de bachiller y le cae la desagradable noticia que la universidad que confió sus estudios ya no cuenta con licenciamiento. La segunda porque muchos, yo diría que miles de jóvenes de escasos recursos económicos escogieron estas universidades porque precisamente no tenían dinero para costearse sus estudios en otras instituciones más caras.
¿Ustedes creen que este amplio sector de estudiantes – según Iván Rodríguez, presidente de la Asociación de Universidades del Perú, más de medio millón – podrá solventar sus estudios con el escaso presupuesto de sus padres? Creemos que no, que miles de ellos verán frustrados sus deseos de ser profesionales.
Y aquí tendría que entrar a tallar la SUNEDU, dando soluciones concretas para este amplio sector de jóvenes que buscaron estudiar en estas universidades precisamente por la oferta de pensiones más al alcance de sus bolsillos. Algo tenemos que hacer. Dos años pasan volando y las expectativas de miles de estudiantes no tienen por qué verse perjudicadas. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.