Un Milagro llamado Israel. Israel celebra esta semana 69 años de su creación y quiero rendir homenaje a través de estas líneas a los héroes que el año 1948 realizaron el sueño de concretar un hogar Judío en su tierra ancestral.
Durante siglos el pueblo Judío estuvo rezando permanentemente por el retorno a Sion como lo expresa su himno Hatikva (Esperanza) “ser un pueblo libre en nuestra tierra de Sion y Jerusalén”.
Lo logrado desde entonces supera todo lo imaginado desde lo científico, cultural, económico, social, educativo y cultural frente a las circunstancias más adversas.
Rodeado de vecinos determinados a destruirlos desde el primer día y que invierten ingentes cantidades de dinero comprando conciencias y logrando que diferentes gobiernos que se titulan democráticos tomen medidas antisemitas exigiendo al Estado de Israel una conducta que no se le exige a nadie. Incluso frente al terrorismo y la agresión permanente esa farsa de organismo que se llama Naciones Unidas condena a Israel por el sólo hecho de defender a sus ciudadanos.
Pero todo esto no ha sido gratis. 26,661 vidas judías se perdieron como consecuencia de guerras y actos terroristas durante estos 69 años.
A Israel se le exigen estándares que nunca se exigieron a nadie. Citemos unos cuantos casos. Estados Unidos, Australia, Canadá, Nueva Zelandia ó la mayoría de países latino Americanos fueron establecidos por los Europeos sin derecho legítimo alguno aniquilando a las poblaciones indígenas y proclamando su propia autoridad. Los países originales de Africa del Norte fueron conquistados y ocupados por invasores Arabes-Islámicos que impusieron y definieron totalmente su caracter y modo de vida. Países como Irak y Jordania fueron creados por Potencias Occidentales para servir sus propios intereses.
A diferencia de ellos que ocupan territorios que fueron arrebatados a sus habitantes originales, Israel es el único al que se le niega el derecho a ocupar una parte de la nación que poseían desde la época del patriarca Abraham hace más de 3,000 años.
Y a pesar de todo ello y del creciente antisemitismo fomentado por los árabes y la moderna izquierda principalmente, el Israel de hoy en día tiene 8’680,000 habitantes, es decir 10 veces más habitantes que en 1948. Y lo mas notable es que de ellos viven en armonía el 75% de judíos con el 20% entre árabes y cristianos y con el 5% restante de diversas creencias. Todos gozan de altos índices de bienestar ya que cerca del 68% poseen casa propia y existe un vehículo propio para cada 2.6 habitantes. Israel en la actualidad se abastece de agua sin depender de terceros y cerca está de lograr igualmente el abastecimiento independiente de sus necesidades energéticas. Los ingresos por cápita lo colocan entre los países desarrollados.
Y realmente constituye un verdadero milagro todos los progresos logrados por este grupo de hombres, mujeres y niños que enfrentan constantemente la lucha por su derecho a existir a pesar de que la historia bíblica, espiritual y física une a los Judíos con la tierra de Israel desde tiempos inmemoriales.
Por ello reitero mi felicitación a quienes son parte del milagro y me llena de orgullo pertenecer a tan meritoria familia judía Israelí. Como dijeron alguna vez gente distinguida e importante: “Yo también soy Israelí” y Sionista, por supuesto.