Al parecer, los chicos estaban jugando con la pistola cuando se disparó
Un niño de 12 años mató de un disparo a su primo de 14 años el domingo en una zona residencial de Brownsville, en Brooklyn, informó este lunes la Policía de Nueva York, que aún está investigando si el joven «estaba jugando con el arma» cuando se produjo el suceso.
El menor, que fue detenido este mismo domingo y cuyo nombre no ha sido revelado, ha sido acusado de homicidio involuntario, homicidio por negligencia criminal y posesión de arma por este incidente ocurrido en torno a las 10:30 hora local (14:30 GMT)
La Policía dijo que cuando los agentes llegaron al lugar encontraron en el salón al joven de 14 años -identificado como Jasai Guy- inconsciente y sin respuesta con una herida de bala en el pecho. Posteriormente, fue trasladado a un hospital cercano, donde inmediatamente se certificó su defunción.
El niño de 12 años había visitado a su primo en el quinto piso de un edificio de apartamentos donde vivía con su padre -bombero de profesión- y su abuela, según reportaron medios locales.
Dushoun Almond, que dirige Brownsville In Violence Out, una organización contra la violencia en el barrio, dijo que los familiares le habían comunicado que los chicos habían estado jugando con la pistola cuando se disparó. Aún no se ha aclarado cómo habían conseguido el arma.
Según un análisis publicado el pasado año por la revista Pediatrics, entre 2011 y 2021 la tasa de muertes por armas de fuego entre menores de 18 años aumentó un 87% en Estados Unidos, situándose ya como la principal causa de muerte en niños y adolescentes.
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En una rueda de prensa celebrada el pasado miércoles, Eric González, fiscal del distrito de Brooklyn, anunció el desmantelamiento de una banda que había matado a dos adolescentes en un lapso de tres años, y lamentaron el número de víctimas que la violencia armada se estaba cobrando entre los jóvenes de Nueva York y de todo el país.
La tragedia ha sacudido a la comunidad de Brownsville, un barrio que ha sido testigo de numerosos actos de violencia en los últimos años. Las autoridades y los líderes comunitarios están haciendo un llamado urgente para abordar la proliferación de armas de fuego y la falta de medidas de seguridad en los hogares. El incidente destaca la necesidad imperiosa de programas de prevención y educación sobre el uso y almacenamiento seguro de armas.
Además, el caso ha reavivado el debate sobre la legislación de armas en Estados Unidos. Los defensores de un control más estricto de armas argumentan que situaciones como esta subrayan la necesidad de leyes más fuertes para prevenir que las armas lleguen a manos de menores. Mientras tanto, los opositores sostienen que la solución reside en una mejor educación y entrenamiento para los propietarios de armas, en lugar de restricciones adicionales.
El entorno familiar de los involucrados también está bajo escrutinio. La presencia de un arma en el hogar y la falta de supervisión adecuada son factores que han sido señalados como contribuyentes al trágico incidente. Los vecinos han expresado su conmoción y tristeza, mientras que los equipos de apoyo psicológico han sido movilizados para asistir a la familia y a la comunidad afectada.
Este suceso se enmarca en un contexto más amplio de violencia armada que afecta a la juventud en Estados Unidos. Las estadísticas revelan una tendencia alarmante de aumento en los casos de menores que se ven involucrados en incidentes con armas de fuego, ya sea como víctimas o perpetradores. Las organizaciones comunitarias, como Brownsville In Violence Out, continúan trabajando para reducir la violencia y ofrecer alternativas seguras para los jóvenes.
La muerte de Jasai Guy es una dolorosa adición a la lista de víctimas jóvenes de la violencia armada. Es un recordatorio sombrío de los peligros que enfrentan los niños y adolescentes en un entorno donde las armas de fuego son demasiado accesibles. Las autoridades y la comunidad deben redoblar sus esfuerzos para prevenir futuras tragedias y proteger a los más vulnerables.
