Por: Carlos Linares Huaringa
Twitter: @carloslinaresh
Un rápido análisis sobre la situación que atraviesa nuestro país nos permitiría arribar a las siguientes conclusiones:
Que la inseguridad y la corrupción se han convertido en los principales flagelos, mientras que la informalidad laboral -que llega a 72.8%, según el ministerio de Trabajo– sigue siendo el escollo fundamental para el crecimiento.
Que el caso Lava Jato ha hecho tambalear a la clase política local y que sus actores seguirán bailando a ritmo de samba por un tiempo más. Sobre todo algunos que tratan de pasar inadvertidos, pero cuyo rastro llega hasta los alrededores de la Plaza Mayor, y de los cuales ya daremos cuenta.
Que la conveniencia política y no la justicia es la que a veces define la posición del gobierno frente a las principales demandas sociales, como ha ocurrido con los jubilados, docentes, militares y policías, entre otros.
Es por todo ello que hoy queremos reiterar nuestro compromiso con la defensa de dichas causas, con la denuncia de todo aquello que consideremos irregular o injusto, venga de donde venga, y con la generación de debate para la búsqueda de soluciones a los problemas mencionados.
Ratificamos también el compromiso de hablar claro y de hacer frente a quienes bajo el argumento de lo ‘políticamente correcto’ esconden la hipocresía de querer silenciar a los que no piensan como ellos.
Hoy La Razón inicia una nueva etapa, y lo hace con el objetivo de dar cabida a todos los sectores y problemáticas.
No solo fortaleceremos el área política, con la reactivación de la Unidad de Investigación, sino que estableceremos secciones especializadas para atender las demandas pensionarias, de las FFAA y PNP y los casos de defensa del consumidor.
Asimismo, ampliaremos nuestras áreas temáticas con páginas diarias de salud y educación, para no ser solo una fuente de noticias, sino de información útil para la vida de nuestros lectores.
Todo ello en base al trabajo de un gran equipo de periodistas con el que tengo el gusto de compartir este proyecto.
Y esta nueva etapa -de fortalecimiento de contenidos- solo puede llevarse a cabo gracias a la labor desempeñada por quienes anteriormente tuvieron a su cargo la dirección del diario, como Ítalo Oberto-Besso, Uri Ben Schmuel, Plinio Esquinarila, Guillermo Thorndike, y Armando Campos.
Cada uno de ellos contribuyó a que La Razón se ubique en el punto desde el cual hoy tomamos la posta.