Phillip Butters
Desde hace un par de años, cada vez que Alejandro Toledo Manrique declara algo, la reacción del común de los peruanos (y no hace falta recurrir a ninguna encuesta de Datum, Ipsos o CPI para darse cuenta) es básicamente de cólera, porque sabemos que estamos ante un sinvergüenza, de triste comprensión porque entendemos que se trata de un alcohólico, que probablemente al momento de las declaraciones -habladas o escritas- ha podido estar en estado etílico. O por último, a todo el mundo le queda claro que Toledo es un mitómano. Él es tan mentiroso que es capaz de mentirse a sí mismo y, para colmo, creerse su propia mentira.
Dudo mucho que a estas alturas a Toledo le crea Doris Sánchez, Marcial Ayaipoma, sus viejos escuderos ‘techito’ Bruce y Juan Sheput. Es más, creo que hasta Heriberto Benítez, cuando lo escucha hablar, se ríe. Al fin y al cabo, a él le pagan por escucharlo.
Lo de Toledo es un tema de falta de credibilidad monumental y lo suyo es causa perdida desde el punto de vista lógico y político.
Sin embargo, quien últimamente anda un poco confundido es el presidente Martín Vizcarra. Cuando lo escucho hablar, me pongo a pensar qué pasaría si engola un poquito la voz, habla estirando las frases y creo que está imitando a Toledo.
Y digo: ¿nos está gobernando Martín Toledo o Alejandro Vizcarra? Porque resulta que ahora ha dicho, muy suelto de huesos, que hay gente interesada en confundir a la opinión pública, que él es un gran luchador contra la corrupción, y que lo que quieren hacer, los que lo criticamos, es frenar su lucha anticorrupción.
Yo me pregunto, ¿cuál es el hecho objetivo que le podría hacer pensar a Martín Toledo o Alejandro Vizcarra que ha luchado contra la corrupción?
¿Hay alguna denuncia específica que él haya realizado o cualquiera de sus procuradores? Lo único a lo que se ha dedicado es a fustigar al Poder Judicial y el CNM, en términos genéricos, y al Ministerio Público, en la persona de Pedro Chávarry, sin imputarle delito alguno, ya que siempre ha tenido quejas genéricas al respecto. Pero hasta donde sé, o de repente usted amigo lector de LA RAZÓN tiene más datos que el suscrito, él no ha hecho nada desde el punto de vista personal para enfrentar la corrupción, algo que tanto repite.
Lo que sí me queda claro es que al presidente se le olvidó que CyM Vizcarra, empresa en la cual es director y accionista junto con su hermano, ha sido socia de Odebrecht en el consorcio Conirsa, léase la Interoceánica. Asimismo, ha sido socio de Graña y Montero en obras realizadas en su querida Moquegua. Pero, además, según denuncia Panorama, que con brillantez dirige Rosana Cueva (quien no es ni fujimorista ni montesinista ni fujiaprista ni aprista), en un reportaje elaborado por el excelente reportero Marco Vásquez, que el presidente Vizcarra también ha sido socio de Obrainsa. Es decir, él ha sido socio de tres empresas del ‘club de la construcción’.
Es más, cualquier maledicente podría hacer una acepción pornográfica: “tres al hijo y sin sacarla”. De tal modo que estamos ante un gurú de la mentira que simple y llanamente dice que los demás son los que mienten y él es el adalid de la lucha anticorrupción.
Presumo que sus asesores le deben mostrar las encuestas que tanto lo favorecen. Sondeos a los que no les creo ni un poquito porque solamente un bobo puede pensar que solo ha perdido cinco puntos. Porque, claro, cuando quieren instaurar esa idea en la mente de la gente, salen en los medios de la concentración las noticias de Ipsos, que por supuesto sazonan todos sus columnistas, las chicas que son sus bustos parlantes y los ayayeros del presidente, diciendo que ha caído cinco puntos.
Nadie se pone a pensar que es un absoluto absurdo que tenga una aprobación espectacular en el norte. ¿Alguien puede creer que en la situación en la que está Lambayeque, Trujillo o Piura, la mitad más uno de la población lo apoyan porque fustigó al CNM o porque son odiadores de Alan o Keiko?
¿Cree que por esas razones alguien no tiene luz, agua ni desague desde hace más de un año, lo va a apoyar?
¿Acaso no le han gritado al presidente que cumpla con sus promesas en pleno centro de Piura?
¿Alguien cree que la mitad más uno lo apoya en Tacna, Moquegua, Arequipa, Cusco o Puno?
Lo que es de Ripley. ¿Alguien piensa que el Oriente del Perú es bobo? Porque siempre el gran gambito de todas las encuestadoras es que el 68% de los peruanos apoya al presidente de turno. JA JA JA.
Claro, esa es la manera en que chocolatean una perversa mentira. El viejo truco indio del +/- 2.5%. La mentira de las encuestas se confluye con la mentira de Vizcarra. Por eso reitero: ¿quién nos está gobernando Alejandro Vizcarra o Martín Toledo?
No vaya a ser que mañana nos venga con el cuento de que el que le dio las obras a la empresa CASA por 917 millones de soles en un año fue Alejandro Toledo y todo ha sido un chiste. Lo único que nos falta es pensar que Toledo sea el que sigue mandando.
Aunque, ya hablando en serio, sigo pensando que Alejandro Toledo es el hombre más poderoso del Perú, seguido de Pedro Pablo Kuczynski, al fin y al cabo los dos le saben y mucho al actual presidente.
En fin, más adelante sabremos qué pasó de verdad con cualquiera de los tres señores citados. Como siempre, la mentira tiene piernas cortas y tarde o temprano se va a saber quién es el verdadero presidente, no vaya a ser que se llame Pedro Pablo Toledo Vizcarra.