Por: Martín Valdivia
Parecía imposible, pero sucederá: Keiko y Kenji Fujimori – estrategia de papá de por medio – volverán a unirse para consolidar nuevamente un bloque fujimorista con la finalidad de liberar a padre e hija de la prisión. La fórmula no es tan simple, pero en el fondo ese es el objetivo. Divididos no hay forma de superar la crisis parlamentaria, juntos, las posibilidades se abren como abanico, no sólo para abrir la celda a ambos personajes, sino para retomar el liderazgo de la oposición frente a un gobierno titubeante como el de Martín Vizcarra.
Esta noticia, sin duda, ha sido la más esperada de la militancia naranja, desalentada por las continuas pugnas entre sus líderes. Tan solo decir que al comienzo de la legislatura contaban con un presidente del Congreso; hoy, Daniel Salaverry no sólo renunció a su militancia, sino que promete ser oposición al fujimorismo apenas termine su mandato.
Pero volvamos a la unión de los hermanos Fujimori. A criterio de muchos congresistas naranja, “ya era hora” que se tomara esta decisión. Recordemos que el bloque se resquebrajó tras el indulto navideño de PPK al líder histórico, evidenciado un distanciamiento. Luego vino todo el episodio del congresista Mamami que terminó por sepultar aKenjiy alejarlo del hemiciclo parlamentario.
¿Qué beneficio podría traer, para ese grupo, una reunificación del fujimorismo? En primer lugar, como ya lo dijimos, convertirse nuevamente en un sólido grupo opositor con el suficiente poder como para colocar nuevamente a otro presidente del Congreso y, de esta manera, proponer la liberación primero de Keiko y, luego, del propio Fujimori.
Esta reunificación conllevaría a una suerte de “amnistía” al interior del grupo, aceptándose no sólo el retorno de Kenji sino de todos los “avengers” que lo acompañaron en su aventura separatista. Ya en octubre del año pasado Kenji escribía en su twitter “Tan igual como visitaba a mi padre en sus días de encierro, hoy, más allá de nuestras diferencias, visité a mi hermana Keiko junto con mi madre para darle un abrazo fraterno. La política no tiene por qué deshumanizarnos, ni los gestos humanos deben ser utilizados políticamente”.
En los últimos meses, el menor de los Fujimori se ha dedicado a repartir alimentos en diferentes poblaciones pobres. En su Twitter hemos visto fotos de él comprando frutas y verduras en el mercado mayorista. Al parecer, esos días de trabajo proselitista están por llegar a su fin, pues sería el mes de abril el escogido para la unificación naranja.
¿Esta reunificación naranja debería preocupar al Gobierno? Probablemente. Recordemos que Fuerza Popular fue la gran piedra en el zapato de PPK y su postura contra las medidas de su gobierno, una forma de hacer política. No sabemos qué postura prime al unificarse el bloque naranja, si la dureza inflexible de Keiko o el diálogo y la concertación por parte de Kenji. Ya falta poco para saberlo. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.