Víctor Andrés García Belaunde señala que golpe de Estado buscaba frustrar investigaciones de corrupción por compras militares.
Por: Pablo Carranza
– ¿Usted como acciopopulista, qué opinión tiene del gobierno militar de Juan Velasco Alvarado?
Fue un golpe producto de la ambición de Velasco y de algunos generales. La ambición desmedida de Velasco y con ánimo de frustrar unas investigaciones de corrupción que habían surgido en el Congreso de la República a través de los contrabandos de mercadería de los bazares militares. Entonces, eso fue la motivación de los militares para dar el golpe de Estado. Por el contrabando de Ripsa, el contrabando de los bazares militares, etc. Esto fue la chispa que creó la necesidad de dar un golpe de Estado y buscaron una excusa. ¿Y la excusa cuál era? La página 11, una página en blanco, que luego apareció en blanco en el Poder Judicial y que buscaron ahí a un tonto útil que se llamaba Carlos Loret de Mola para que sea el que haga la denuncia 45 horas antes del parto del golpe. La excusa fue la página 11 y la expropiación de la IPC, o sea, de los campos de Talara.
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– ¿En qué se caracterizó ese régimen?
Claro, yo me enfrenté a él y fui detenido por ellos. Fui sometido a una justicia militar. La suerte mía es que yo era menor de edad y en esa época la mayoría de edad era 21 años y yo no podía ser juzgado porque era inimputable. Entonces, claro, eso me salvó a mí de un proceso penal y de una condena y me permitió irme a estudiar fuera del país como una especie de exilio o autoexilio. Me fui a estudiar a España, de tal manera que eso me libró de sentarme en el banquillo de los acusados. Bueno, fue para mí un demagogo muy incapaz, con reformas trasnochadas y sin un tipo de sustento. Con un socialismo mal elaborado, porque se expropiaron las empresas americanas para no pagar nada y al final tuvieron que pagar todo. Ahí es famoso el acuerdo De la Flor-Greene, que fue un acuerdo firmado en el año 1974, en el cual el gobierno peruano le paga todo a la IPC y a las empresas expropiadas en el Perú. O sea, el gobierno de Velasco, nacionalista, que quiso confiscar todo y confiscar a la YPC y cobrarle dinero que se supone que debía, al final no solamente no cobró nada, sino que le pagó. A través del acuerdo De la Flor-Greene. O sea que el Día de la Dignidad Nacional, el 9 de octubre, fue expropiar una empresa que nos debía dinero, y no solamente no se le cobró lo que debían, sino que hubo que pagarle. O sea, eso fue una dignidad feble, la dignidad estúpida del gobierno de Velasco.
– ¿Sabe en cuánto endeudó el país con sus obras?
Bueno, el Perú pasó de tener una deuda de 700 millones de dólares en el año 68 a una de 9 mil millones en el año 80 cuando se fueron. O sea, la deuda del gobierno militar que duró 12 años la aumentó 12 veces. O sea, una vez cada año se duplicaba la deuda.
– Al final esa deuda se la dejaron al expresidente Fernando Belaunde ¿qué opina?
Destruyó la economía del país al expropiar las empresas americanas y botarlas sin pagarles, pero al final les pagó, como ya he dicho. Pero claro, creó una sensación tremenda de inseguridad. Número dos: al llevar a cabo la Reforma Agraria sin ningún tipo de discriminación, inclusive los terrenos urbanos, los urbanos de las ciudades. Ahí está la hacienda Maranga, por ejemplo, que fue expropiada cuando ya el 80% estaba urbanizado, y fue expropiado los saldos que faltaban. Entonces, al final, se expropió tierras urbanas de expansión urbana, con lo cual destruyó el desarrollo de las ciudades. Por eso es que Lima es una ciudad caótica. Por culpa de Velasco, porque expropió todas las tierras aledañas a la expansión urbana de Lima, de Trujillo, de Arequipa, etc. Entonces, al final, las ciudades perdieron la planificación urbana para su desarrollo.