Bebidas alcohólicas estadounidenses comenzaron a retirase en respuesta a la guerra comercial con Washington.
Las tiendas de bebidas alcohólicas dejaran de venderse, en varias provincias de Canadá, por ello han comenzado a retirar vinos, cervezas y licores de Estados Unidos. Están anticipándose al impacto de los nuevos aranceles del 25 % que entrarán en vigor esta semana.
En Ontario, la empresa estatal LCBO, que controla la venta de alcohol en la provincia más poblada del país, anunció que desde el martes dejará de comercializar productos «Made in USA».
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Esta decisión afecta directamente a la industria estadounidense, ya que LCBO es uno de los mayores compradores de bebidas alcohólicas en el mundo.
En Columbia Británica, la medida ha sido más selectiva: solo dejarán de venderse bebidas procedentes de los estados «rojos», aquellos gobernados por el Partido Republicano.
Otras provincias como Quebec, Nueva Escocia y Terranova también han ordenado retirar estos productos de sus estantes.
Las restricciones impuestas por los gobiernos provinciales son independientes de los aranceles que aplicará Ottawa desde este martes a diversas importaciones estadounidenses.
Estas decisiones responden a la guerra comercial desatada por la administración de Donald Trump, que impuso gravámenes a productos canadienses.
El impacto de estas medidas no solo afectará a las ventas de productores estadounidenses, sino que también cambiará la oferta de bebidas alcohólicas en el mercado canadiense.
Se espera que las tiendas busquen alternativas de otros países para cubrir la demanda de los consumidores.