La joven, vinculada al caso ‘Maldito Cris’, es investigada por conspiración y sicariato, incluyendo amenazas contra un alto mando policial.
Wanda del Valle Bermúdez, expareja del fallecido delincuente conocido como ‘Maldito Cris’, arribó a Lima la madrugada de este martes tras ser extraditada desde Colombia. La joven deberá cumplir 18 meses de prisión preventiva, medida dispuesta por el Poder Judicial como parte de una investigación por presuntos delitos de conspiración y ofrecimiento de sicariato.
Del Valle Bermúdez llegó en un vuelo comercial bajo estricta custodia policial. Un equipo de agentes peruanos viajó previamente a Bogotá para coordinar su traslado y garantizar que se cumplieran los procedimientos legales. La joven había sido detenida en la capital colombiana en diciembre de 2023, tras pasar seis meses prófuga de la justicia peruana.
El caso ha captado la atención pública debido a la gravedad de las acusaciones. Según la investigación, Del Valle habría ofrecido hasta 40 mil dólares como recompensa a quienes atentaran contra la vida del coronel Víctor Revoredo Farfán, entonces jefe de la División de Investigación de Homicidios de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri).
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La relación de la joven con ‘Maldito Cris’, conocido por liderar una banda criminal vinculada a homicidios y extorsiones, intensificó el interés de las autoridades tras la muerte de este último. Desde entonces, Del Valle Bermúdez fue considerada una pieza clave en las indagaciones relacionadas con delitos de alto impacto.
El Ministerio del Interior destacó la cooperación entre Perú y Colombia para lograr la extradición, subrayando la importancia de la colaboración internacional en la lucha contra el crimen organizado.
En las próximas semanas, la Fiscalía continuará recabando pruebas para sustentar las acusaciones, mientras que la defensa de Wanda del Valle Bermúdez tendrá la oportunidad de presentar su caso. La medida de prisión preventiva, según el Poder Judicial, busca evitar riesgos de fuga o entorpecimiento en las investigaciones.
Este caso pone en evidencia las redes delictivas transnacionales y la complejidad de desarticularlas, reafirmando el compromiso de las autoridades de ambos países para combatirlas de manera conjunta.