Por: Pablo Carranza
– ¿Cómo comenzó el acoso fiscal hacia el expresidente a Alan García?
Bueno, el acoso empezó en una primera etapa con la persecución por parte del gobierno del señor Ollanta Humala cuando, a través del Congreso, crearon una comisión especial con Sergio Tejada. Entonces, esta comisión concluyó, como no podía ser de otra manera, reconociendo que los gastos y los ingresos de Alan García cuadraban, y que en cuanto al tema económico no había problema alguno, y nada más incidieron en el tema de los “narcoindultos”, donde supuestamente habría habido algún acto irregular, nada más. Eso fue el preámbulo, vamos a decir. A partir de diciembre del 2016, viene la segunda parte con la noticia del escándalo Lava Jato y es a partir de ahí que empieza el segundo acoso, que finalmente sí logra su objetivo que es vincular falsamente a Alan García con actos de corrupción de Odebrecht.
Según dicen, Alan García viajó con Jorge Barata de Lima al Cusco en el 2007, donde se habría hablado de transferir las competencias de la elaboración y ejecución de la Línea 1 del Metro de Lima de la Municipalidad de Lima al Ministerio de Transportes, porque Alan García quería ejecutar esta obra y que ese decreto se firmó a consecuencia de un arreglo que, según la Fiscalía, habría mediado entre Barata y el señor García.
Ese era el primer hecho, y en eso dieron vuelta diciendo que ese es el acto de colusión que habría habido con García para favorecer a Odebrecht a cambio de plata. Y, efectivamente, se demostró que el gobierno central tenía la espalda financiera, el expertise que no tenía la municipalidad y por eso es que el presidente García, ante la que era la obra emblemática de su primer mandato, ni tonto ni perezoso, dijo: “si las competencias en este momento para culminar ese proyecto están en la comuna de Lima Metropolitana, pues voy a hacer que lo devuelva al gobierno central y eso es lo que hizo con todas las justificaciones legales sobre el particular.
Pero ese argumento se fue diluyendo entre 2017 y 2018, y hasta que en ese 2018 recuerdo que habían encontrado en un allanamiento en el teléfono de Marcelo Odebrecht, una tarjetita que decía “cita con AG” y ahí empezó el segundo, y ahí dijeron: como no tiene sustento y mayor asidero sobre el cambio de competencias, entonces, AG es “Alan García”, cuando en realidad era “Andrade Gutiérrez”. Pero ellos decían eso, sobre todo IDL a la cabeza, lo cual el mismo Marcelo Odebrecht desmintió y en ese interín, como se les caían los dos pretextos para vincularlo al caso Lava Jato, les llega una información, que se la filtran de Brasil sobre una conferencia que Alan García había dictado a la FIDES, que es una especie de ‘Confiep’ de Brasil, y por la cual a Alan García le pagaron 100 mil dólares, que es lo que él cobró por esta conferencia. Lo invitaron para hablar sobre temas arancelarios y las relaciones comerciales entre el Estado peruano y el Estado brasileño y de eso, obviamente, Alan conocía muy bien, porque él estaba de acuerdo con reducir los intereses para que el intercambio económico entre Brasil y Perú aumente.
– ¿Quiénes perpetraron estos hechos?
En paralelo a todo lo que yo te estoy diciendo, es que Gustavo Gorriti, la Fiscalía de la Nación, y todo el poder de turno de la Fiscalía, tomado por Gorriti y el IDL, habían dispuesto chuponear a Alan García. Entonces, ellos sabían las conversaciones que Alan García sostenía conmigo, con su abogado, y el grupo de abogados que apoyábamos, y los políticos, sabían cuáles eran nuestras defensas, porque no solamente nos escuchaban chuponeando, como todo el mundo conoce, sino que se acercaban a la oficina de Alan García y a su domicilio, y mediante un aparato que maneja el sistema de inteligencia, que luego se verificó en una camioneta de Seguridad de Estado, al que le habían puesto un papel de prensa, y que no era prensa, sino eran chuponeadores de las conversaciones que García tenía, tanto en su casa como en su oficina. La camioneta tenía que estar muy cerca al punto donde se tenía que escuchar.
– Llamó mucho la atención cuando, en el 2018, el expresidente García había retornado al Perú de España para atender una citación de la Fiscalía, esta se suspendió e inmediatamente le dictaron impedimento de salida para el país, ¿Qué nos puede decir al respecto?
Eso comenzó primero con Keiko Fujimori. Yo recibo la noticia que todavía no había salido a la prensa, entonces llamo al presidente García por WhatsApp, quien se encontraba en Madrid, para advertirle de este hecho bastante arbitrario y perverso, que esas condiciones denotaban que había pues un afán persecutor de la Fiscalía porque la señora Keiko, que siempre había asistido a las diligencias, la detuvieron por 10 días, minutos previos a que vaya a declarar, y en las instalaciones de la Fiscalía. Entonces, le digo al presidente, quien tenía que declarar en noviembre, creo que era la declaración número 52, lo que había ocurrido, que denota que la Fiscalía no está investigando con la objetividad que debe investigar, sino que está actuando políticamente, sobre todo el fiscal Pérez, Vela y compañía. Así que le digo que no venga, que se quede allá, porque en el Perú dejamos de estar viviendo un estado de derecho, se estaba implantando una barbarie fiscal judicial, y el presidente me dice: “No Wilber, sí voy a ir a la audiencia, porque yo no le he robado a nadie, y ya estoy viejo para estar huyendo”, fueron sus palabras. Le insisto y le digo, presidente, no venga, porque acá no hay una Fiscalía, acá hay una cacería de brujas, y los objetivos eran la señora Keiko Fujimori, usted, y de repente Castañeda. Y él me contesta: “tú tranquilo, no te preocupes, que yo voy a ir a la audiencia”. Hasta que, en ese interín llega noviembre. El momento que él viene, y esto tiene coherencia con el chuponeo, nosotros habíamos coordinado que efectivamente la seguridad vaya al aeropuerto a recogerlo, y luego para irnos a la Fiscalía. Entonces, ahí recibe una llamada anónima mi colega Erasmo Reyna, le indican que la audiencia se va a suspender. La audiencia, me parece que era para las 9 de la mañana, el avión de Madrid aterriza como es normal, todos estos vuelos aterrizan a las 6 de la mañana, a las 7 sale él, mientras que sale del aeropuerto, total llegó como 8 y media al Centro de Lima. Se identifica el presidente García, ingresa al despacho del fiscal minutos antes, y luego sale, porque el fiscal Domingo Pérez, le había dicho, la audiencia y la declaración suya se va a suspender porque ha llegado una noticia importante de Brasil, y que va a salir en un medio, y ahí es donde lo van a reprogramar, sin mayor argumento que eso. Entonces, inmediatamente, Ricardo Pinedo, ingresa a la página web, creo que eran 9 y 2 o 5 minutos, y había colgado IDL, un nuevo argumento ahora para vincular a García con Odebrecht: una supuesta conferencia, los 100,000 dólares que había sido pagado por Odebrecht. Esos documentos llegan vía cooperación internacional, se lo habían entregado en Brasil, pero al Perú todavía no había venido la traducción oficial, sin embargo, IDL saca que esa era la prueba que había sido pagado por Odebrecht. O sea, por un trabajo que sí se realizó, que nunca se ha desconocido que el presidente García dictó la conferencia, que había pagado los impuestos de ley, sin embargo, dijeron que esa era la coima que le habían pagado a García para favorecer a Odebrecht en la Línea 1. Es ahí donde el presidente reacciona, pero había subestimado a la Fiscalía que ya había tenido actuaciones arbitrarias, pero que no consideraba que eso tenía un propósito bien articulado entre la Fiscalía, el IDL y los medios de comunicación.