El Servicio de Registro Cívico de Bolivia (Sereci) reconoció el matrimonio Guido Montaño y David Aruquipa, lo que constituye la primera unión civil entre dos personas del mismo sexo en el país.
El Servicio de Registro Cívico de Bolivia (Sereci), reconoció por primera vez la unión civil entre dos personas del mismo sexo. La pareja emprendió una larga batalla legal cuando su pedido fue rechazado por la misma institución en 2018.
Este viernes, el Sereci resolvió «disponer el registro de la unión libre entre David Víctor Aruquipa Pérez y Guido Alvaro Montaño Durán.», de acuerdo a este documento que anula otra resolución adoptada por la misma institución en 2018.
En ese momento, el ente había rechazado el pedido de la pareja para inscribir su unión, alegando que las leyes del país altiplánico no contemplaban la unión entre personas del mismo sexo.
No obstante, tras una larga lucha legal de años han conquistado un hito importante en la aceptación de las relaciones homosexuales en Bolivia.
“Nos sentimos esperanzados y felices en que se cumplan nuestros derechos sobre nuestra unión libre de 11 años. Hubo realmente una incredulidad de las autoridades de que esto sea un caso serio de derechos humanos. No lo tomaban así hasta que poco a poco fueron dándose cuenta. La lucha sigue, lo que hemos logrado es marcar un hito histórico y jurisprudencia, pero hay que continuar”, mencionó Aruquipa.
Asimismo, la defensora del Pueblo (ombudsman), Nadia Cruz, celebró la decisión del Sereci de que «haya determinado registrar la unión libre de los ciudadanos David Aruquipa y Guido Montaño».
«Este precedente fortalece el principio de igualdad ante la ley y permitirá a ésta y otras parejas del mismo sexo ejercer sus derechos sin discriminación.», agregó Cruz en un comunicado.
Por último, la comunidad LGBT de Bolivia, también celebró la decisión de Sereci, al igual que organismos internacionales.
«Buenas noticias: luego de un difícil pleito jurídico, Bolivia reconoce por primera vez la unión libre de una pareja del mismo sexo«, expresó en Twitter el director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco.