Ayer por la noche vimos cómo seis o siete canales, en cadena, transmitieron la llegada de 150 mil vacunas, porque esa es la realidad. En el supuesto que no haya merma, algo que es imposible, se deberían vacunar, calculo, entre 140 y 145 mil personas.
Como se sabe, enfermeras y médicos de la primera línea. Y de ahí en más, no sabemos más. Simplemente lo que se ha hecho es un show mediático, evidentemente muy bien aceitado por publicidad del Estado, para desviar la atención de la realidad.
Los contagios se disparan hoy por hoy, estas nuevas cepas son mucho más agresivas, están causando una mortandad terrible. Yo he conversado con directores de hospitales nacionales, clínicas particulares inclusive directores médicos de hospitales de EsSalud, y me dicen que ellos temen que en esta semana podríamos llegar a dos mil muertos diarios.
Imagínense una cantidad tan lúgubre. Estaríamos hablando que se estuviesen cayendo cinco aviones diarios. Imagínese si usted se levanta y ve en la televisión que se ha caído un avión que venía de Arequipa, de Cusco, de Puno, de Iquitos y de Chiclayo, y que en cada uno de esos aviones morían 200 personas.
Y al día siguiente que pase lo mismo. Los vuelos que venían de Tumbes, o de Puno, o de Tacna, o de Tarapoto, o que caía un avión que traía peruanos del extranjero. Sería horrible y casi imposible pensar eso, pero eso está pasando.
Y sería mañana, y pasado mañana, una situación realmente horrible, porque no solo se trata de los contagios por la cepa más agresiva, sino que no hay oxígeno.
Las plantas de oxígeno el gobierno nunca las importó porque nunca le importó hacerlo. Ahora vemos esfuerzos de la Universidad Nacional de Ingeniería, de la universidad Católica, de #RespiraPerú, que es el grupo comandado por Ricardo Márquez, que es el Presidente de la Sociedad Nacional de Industrias y por Raúl Diez Canseco y no les alcanza el dinero, y ya no saben cómo pedirle plata y oxígeno a los mineros, y traerlas, ordenarlas, limpiarlas, es una situación horrible en la que nos ha metido esta desgracia del Covid-19, realmente nos están llevando al cadalso esta gente maldita que maneja el Minsa, porque el descarado exministro Zamora sigue hablando como si fuera un factótum de la salud en el Perú, la señora Mazzetti no renuncia, ayer ha estado metida en un show vergonzoso con música de fondo de Contigo Perú, con ¡mil policías! para cuidar esas escasas vacunas, como si alguien se las fuera a robar.
Fue un show grotesco. Yo escuchaba las voces a algunos conductores de los canales y ya la vergüenza seguramente le hacía bajar la cabeza.
Hablaban y decían que “esto es para 150 mil personas”. Claro que son seres humanos los médicos a quienes van a comenzar a vacunar, pero eso no es nada.
La cantidad de gente que está muriendo en Lima parece que puede llegar a las 700 personas en esta semana. Eso duplíquenlo y va a dar una cifra horrible. Estamos llegando a los niveles más altos del año pasado.
Y ya lo superamos porque no hay camas UCI ni hospitalarias, ni oxígeno. La gente llora despavorida en los hospitales que están colapsados y no se puede ingresar.
Seguramente esta semana se pondrán de acuerdo para regirar cheques de la PCM los canales de televisión ya todos conocidos, de las principales radios, en la que no se debe incluir jampas PBO, que no acepta dinero del Estado para desviar la atención.
Vamos a estar escuchando las historias de “Los ángeles de la vacuna”. ¡Por favor! Qué desgracia lo que está pasando en el Perú. Es la peor gestión de la pandemia de todo el planeta, pero además con una prensa absolutamente regalada para algo muy grotesco.
Han tratado de desviar la atención sobre el fracaso total de este gobierno. Espero que esta semana se den cuenta que tienen que soltar el monopolio. Tienen que permitir a las empresas privadas como laboratorios, cadenas de farmacias, quien quiera que sea que traiga la vacuna de cualquier lugar del mundo.
Para colmo, nos enteramos que la vacuna Sinopharm es la menos segura del mundo y que tiene como 75 probables efectos secundarios.
Realmente lo que estamos viviendo es una maldición. Y para colmo se quieren burlar de nosotros con un show que ayer, Dios mío, me pareció patético.
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