Este puente y legado inca fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por Unesco en el 2013
Uno de los ejes históricos de la comunidad cusqueña colapsó debido a las restricciones de esta pandemia. En la provincia de Canas, entre finales de mayo e inicios de junio, los habitantes de cuatro comunidades campesinas del distrito de Queque, siempre inician labores para la renovación del último puente colgante inca Q’eswachaka. Sin embargo, debido a las complicaciones de esta pandemia, durante el 2020 no se logró concretar el ritual de conservación que se venía haciendo desde el siglo XVI.
Este puente y legado inca fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por Unesco en el 2013. Asimismo, era parte de la inmensa red de caminos incas del Tahuantinsuyo. Estaba constituido de seis maromas principales hechas a base de la q’oya ichu, las más gruesas, eran amarradas a grandes pilares de piedra. Las barandillas eran sogas más pequeñas del mismo material y la base estaba hecha de ichu, ramas y hojas.
Al lugar de los hechos llegaron el jefe de la coordinación de zonas y sitios de Canas, Eduardo Pacheco Collavino, así como las autoridades locales y comunales. Los especialistas elaboran un informe detallado sobre los daños a la infraestructura.