Se manifestó el Juez Supremo
Más que un salario que, al paso del tiempo, fue perdiendo su dignidad, el maestro ha buscado siempre realizarse en valores a través de sus alumnos a quienes los suele considerar verdaderos discípulos. Así lo consideró el juez supremo, Angel Romero, al rendir homenaje al magisterio en general que celebró su día el último viernes.
«El mejor homenaje que podemos tributarles es de reclamar, para ellos, una mejor atención a sus demandas permanentes, sea en el nivel académico y formativo, promoviendo cursos y talleres de actualización, o en sus reivindicaciones salariales de modo que puedan percibir ingresos reales y merecidos. Es deber no solo de las autoridades educativas, sino de la sociedad en su conjunto reflexionar sobre la real situación del maestro peruano», sostuvo.
Romero Díaz se preguntó «¿qué se está haciendo por el maestro en el Perú? ¿Cuánto se está haciendo? ¿Los esfuerzos que las autoridades realizan para atender a los maestros tienen resultados?».
«El problema es complejo, sin duda, pero no por ello tenemos que tomar distancia de su solución. El compromiso con el magisterio tiene que involucrarnos a todos, autoridades o no, políticos o no, ejecutivos o no», acotó.
Por último, el magistrado anotó que «el maestro es un verdadero factor de desarrollo, aunque no siempre la sociedad ha terminado valorando, como debiera ser, su rol social como gestor y elemento dinamizador de cambios», concluyó.