Joven estuvo deprimida por el abandono que sufrió
«Tuvo mala suerte, se enamoró de quienes no la valoraron y la abandonaron”, contó una vecina de María Alondra Sáez Arzapalo (25), quien en un arranque de locura envenenó a sus dos pequeños hijos.
La joven, que se ganaba la vida como costurera, deprimida por el abandono que sufrió, el martes compró estricnina en el jirón Calixto en Huancayo, había pensado en suicidarse y matar a sus dos hijos.
El fin de semana, para armarse de valor, María bebió el whisky (Old Time) que también compró, luego preparó la pócima fatal. Según la Policía, mezcló el tóxico en la leche de su hijo Henry Q.S. (2) e hizo lo mismo con el refresco (chicha) que le dio a Wilson R.G.S. (6). Lamentablemente el primogénito falleció y los médicos salvaron al más pequeño.
El terrible suceso ocurrió en el barrio Vista Alegre (segunda etapa) en el distrito de Huamancaca Chico en Chupaca. Efectivos policiales de la Divincri, a las 18:30 horas del jueves, detuvieron a la implicada en parricidio en la puerta del hospital El Carmen.
Al ver a sus dos hijos desfalleciendo, llamó a su expareja Henry Quispe (45) y corrió a la casa de sus tíos para que la ayuden. Solo se salvó uno.
Al ser abordada por los periodistas, dijo que estaba arrepentida de lo que hizo y rompió en llanto. Asimismo, contó a los policías que cometió el delito porque sus dos parejas, padres de sus vástagos la abandonaron, tras procrear hijos con ella.