Como todos recuerdan a una semana de producirse la segunda vuelta presidencial del año 2016 el programa Cuarto Poder publicó un informe según el cual la entonces candidata “Keiko Fujimori habría lavado US$ 15 millones a través de Joaquín Ramírez, según investigación de la DEA”.
Desde el programa “Las cosas como son”, que se transmitía en Panamericana TV, en calidad de panelista, el reconocido periodista y analista político, Hugo Guerra Arteaga opinó que la denuncia era grave, que debía ser remitida a la fiscalía, pero que – basado en su amplia experiencia periodística- lo informado por Cuarto Poder más que informe periodístico tenía todos los visos de “operativo político” para hacer ganar electoralmente al candidato Pedro Pablo Kuczynski.
Esta misma opinión la publicó luego en el diario El Comercio (lo que le costó ser separado del elenco de colaboradores de ese diario) y la reiteró en las redes sociales.
Es entonces que Cuarto Poder, bajo la dirección de la colombiana Clara Elvira Ospina, inició una campaña para descalificar a Guerra, ante lo que este reaccionó calificando a Cuarto Poder como “poder de cuarta” y “prensa basura” en sus redes sociales.
El epílogo de este enfrentamiento es cuando la Compañía Peruana de Radiodifusión (CPR), empresa que controla América TV y que a su vez es parte del Grupo oligopólico El Comercio, demandó por difamación agravada a Hugo Guerra. Este martes 25 es la audiencia final en el 39º. Juzgado Penal de Lima y Hugo Guerra podría ser sentenciado con prisión suspendida y el pago de 100 mil soles.
Cabe mencionar que la “denuncia” sobre Keiko Fujimori que incluso involucró a funcionarios de la DEA y a un estrafalario denunciante, se desinfló con el tiempo y nunca se volvió a hablar del asunto. Es decir, Guerra tuvo razón cuando la calificó de “operativo político” para beneficiar la candidatura de Kuczynski.
Lo cierto es que Hugo Guerra no niega la publicación de los tuits antes señalados, sin embargo, explica que se dieron en un contexto en el cual se produjo la confrontación directamente con el programa Cuarto Poder. Además, ha sostenido que no se rectificará porque no ha cometido agravio alguno; y tampoco ha sostenido nada que sea falso o calumnie (está dispuesto a probar y fundamentar sus opiniones) y que no pagará ninguna indemnización por ser injusta y por carecer de los medios económicos para hacerlo. Por tanto, manifiesta su decisión de apelar en la eventualidad de que fuese sentenciado en primera instancia como culpable por el supuesto delito de difamación agravada.
Quien planteó la querella contra Guerra fue la Compañía Peruana de Radiodifusión (CPR), empresa que controla América TV y que a su vez es parte del Grupo oligopólico El Comercio, lo que resulta una grave contradicción por la permanente declaración en favor de la libertad de expresión que este conglomerado realiza. Por otro lado, conviene recordar que América TV es parte del Consejo de la Prensa Peruana y firmante de la Declaración de Chapultepec de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Todo esto resulta o más contraproducente tratándose de que El Comercio acaba de publicar un extenso editorial en primera página contra la institución de la querella a raíz del caso “Plata como cancha”. La conocida doble moral.
