Debido al temor de escasez de alimentos, la población se abasteció de productos durante el último fin de semana.
En el Gran Mercado Mayorista de Lima (GMML) se registró una disminución en las ventas de alimentos de los comerciantes durante el primer día del paro de transportistas. Esto se debe a que en el establecimiento, ubicado en el distrito de San Anita, registró mayor índice de compras durante el último fin de semana. Ante el temor de escasez de alimentos, las personas comenzaron a abastecerse desde días previos al inicio del paro.
“La gente estuvo al tanto del paro y no se arriesgó a quedarse sin nada; por eso llegaron ayer, pues temían que hoy haya desabastecimiento cuando no es así. Hemos tenido poca clientela, que llega porque ve que el paro no tuvo gran impacto”, refirió Mirian Gaspar, una vendedora de hortalizas para RPP.
En tal sentido, el Mercado Mayorista percibió 14,900 toneladas durante el fin de semana, es decir, 2000 menos que el sábado y domingo pasados. Por este motivo, las hortalizas estuvieron 70% más caras. En otras palabras, entre 2 a 3 soles por encima de su precio normal.
No obstante, para mitigar esta disminución en las ventas, los comerciantes del Gran Mercado Mayorista redujeron los precios de sus productos. Ellos buscaban evitar que su mercadería de alimentos se quede y sea desperdiciada. Según el reporte de RPP, la espinaca pasó de S/8 a S/5, el brócoli de S/7 a S/ 3.5 hasta S/5. Solo hoy, el GMML recibió 10,343 toneladas de productos, o sea, el doble de lo que llegó el lunes 20.
Cambios producidos
Actualmente, los comerciantes de hortalizas invierten S/4000 para comprar sus productos, es decir 100 jabas de 15 kilos cada una. De igual forma, todo ello puede venderse en dos días, y adquirir ganancias por encima de los S/700; es decir, entre S/0.50 a S/1 por kilo.
Por ende, si el producto se les queda deben invertir en comprar hielo, es decir, que generará más gastos. Esto les costará 30 a 50 soles más y de esta manera mantener un promedio de 50 jabas, todo lo contrario ocurre con los vendedores de hortalizas de cáscara dura como el zapallo o la calabaza. En su caso, ellos no requieren refrigeración y pueden guardarse hasta por cuatro días estos alimentos.
“Nosotros nos acogemos a la cantidad del producto que llegue. Las verduras son perecibles, máximo las puedo guardar hasta mañana y si es que no hay solución, nos afectará bastante. Yo tengo que guardar hasta mañana nada más, porque de ahí baja la calidad y tengo que bajar precios. Hoy me sobró el 80%”, explicó Lourdes Lozano, otra comerciante.
